El día de ayer la Conferencia del Episcopado Mexicano emitió un comunicado en el cual expresan su rabia e inconformidad con respecto a los hechos violentos e injustos que se han suscitado en el país.
“Los obispos de México nos unimos a la pena que embarga a S.E. Mons. Maximino Martínez Miranda, a la Diócesis de Ciudad Altamirano, al Seminario Mayor “La Anunciación” y a la familia López Gorostieta por el sensible fallecimiento del P. Gregorio López Gorostieta, quien perdiera la vida de forma injusta y violenta.”
El padre Gregorio fue secuestrado el pasado día domingo y fue encontrado muerto con un impacto de bala a la cabeza.
En el comunicado dan a conocer su postura y exigen que el gobierno mexicano esclarezca las muertes que se han presentado recientemente. “Haciéndonos eco del sentir de muchos mexicanos, repetimos: ¡Basta ya! No queremos más sangre. No queremos más muertes. No queremos más desparecidos. Exigimos a las autoridades el esclarecimiento de éste y de los demás crímenes que han provocado dolor en tantos hogares de nuestra patria, y que se castigue conforme a derecho a los culpables.”
El motivo de su muerte, fue su denuncia “clara contra el cártel de Guerreros Unidos”. El sacerdote de la diócesis de Apatzingán, Michoacán, Gregorio López Jerónimo, lo aseguró.
Con información de Excélsior.