¿Se puede recuperar el Río Lerma?

Toluca, México; 11 de marzo de 2019. A pesar de la importancia que la Cuenca Alta del Río Lerma CARL (ubicada entre los Valles de Toluca e Ixtlahuaca-Atlacomulco) tiene para el Estado de México, no se han llevado a cabo las acciones necesarias para conservarla ni recuperarla de la contaminación que pone en peligro tanto […]

Toluca, México; 11 de marzo de 2019. A pesar de la importancia que la Cuenca Alta del Río Lerma CARL (ubicada entre los Valles de Toluca e Ixtlahuaca-Atlacomulco) tiene para el Estado de México, no se han llevado a cabo las acciones necesarias para conservarla ni recuperarla de la contaminación que pone en peligro tanto a los ecosistemas acuáticos que alberga, como a las poblaciones humanas que dependen de ella. 

Esta cuenca, primordial fuente abastecedora de agua de la región, tiene una superficie de 5 mil 324 km2; es decir, recorre 24% del territorio mexiquense, porción donde se sitúan 33 municipios del Estado de México que albergan a 2 millones 949 mil 536 habitantes, según datos de la Comisión de la Cuenca del Río Lerma..

 

Con una longitud de 175 km, el río Lerma constituye la principal corriente de agua de dicha cuenca que nace en la laguna de Almoloya del Río y atraviesa el Estado de México hasta desembocar en Temascalcingo con rumbo a Querétaro. 

Así como en la cuenca, la contaminación del agua, del suelo y del aire representa uno de los problemas más graves del río. Esta crisis se agudiza debido al incremento del desarrollo urbano y de la industrialización y se traduce, por un lado, en la sobreexplotación del agua subterránea, derivada de la alta densidad poblacional de la zona y su consecuente demanda del vital líquido. La sobreexplotación ha provocado que desaparezcan humedales, manantiales y otros cuerpos hídrícos superficiales, lo cual a su vez genera disminución en los niveles del agua subterránea y del caudal del río.

 

Por otro lado, el deterioro de los cuerpos hídricos superficiales es consecuencia de que a ellos ingresen aguas residuales industriales, municipales y agrícolas. Estos residuos han llevado al río azufre, vanadio, zinc, cobre, plomo y cromo, los tres últimos mentales pesado que representan un riesgo para los asentamientos humanos que se encuentran cerca del río. 

A esto se añade la acumulación de residuos orgánicos en la superficie, que genera la proliferación de ciertas algas, lo cual provoca la desaparición de peces, anfibios y otras formas de vida acuática, alterando otros ecosistemas de la zona. 

 

Debido al grave problema ambiental que significa la contaminación de este cuerpo acuático, este mes se han presentado dos proyectos que buscan revertir y recuperar la Cuenca Alta del Río Lerma: la Secretaría de Obra Pública del Estado de México, a través de la Comisión de la Cuenca del Río Lerma, convocó a que diversos sectores de la sociedad participen en la elaboración de un plan rector con el que se aminoren los problemas de la CARL. 

En esa línea, el Partido Verde Ecologista de México exhortó a la Comisión de Aguas del Estado de México y a la Comisión Nacional del Agua a que diseñen y lleven a cabo acciones coordinadas para sanear el Río Lerma.