Ayer Oscar me robó mi Iphone, aunque en realidad él no se llama Oscar y el mío no es el único teléfono que ha robado de la misma manera. A las 18:30 recibí su último texto: “nos vemos 7:30”, la cita era en la entrada de McCarthy´s. Llegué minutos antes, cuando llegó estaba terminando de “hablar con su mamá”.
Fuimos al cine juntos, entramos a la función mientras conversábamos, en la sala me dijo que pondría su celular en su chamarra porque le estorbaba para sentarse, puso la prenda y una caja con una supuesta compra a un costado mío.
Mas tarde me preguntó si quería hacer otra cosa; yo le dije que prefería que fuera otro día, entonces preguntó si tenía saldo: “¿Puedes prestarme tu móvil para llamar a mi mamá y decirle que pase a las 10 por mí?”, dijo.
Le di mi teléfono, después de algunos minutos de esperarlo salí de la sala para ver qué pasaba, él ya no estaba. Regresé a buscar su chamarra con su celular y lo que había comprado: no había celular y la caja tenía un reloj viejo dentro.
No tenía más opción que llegar a casa e intentar ponerme en contacto con él, luego de hacer una publicación en redes sociales denunciando los hechos, me contactaron diversas personas a las que les había hecho lo mismo: mujeres y hombres que, hasta el momento, siguen intentando dar con él.
El reporte de extravío de mi Iphone se activó cerca del medio día, en la Plaza de la Tecnología, en el sitio me dijeron que no lo conocían y que no lo habían visto; al parecer su verdadero nombre es Christofer Fernández Olán y el mío, no es el primer teléfono que se roba.
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