Cambiar un régimen de casi 100 años no es tarea fácil ni rápida

Cambiar un régimen de casi 100 años no es tarea fácil ni rápida
Falta tiempo para reunir elementos suficientes para un juicio ponderado

Cambiar un régimen de casi 100 años no es tarea fácil ni rápida. Un balance sobre los primeros 6 meses de Delfina Gómez al frente del gobierno, si carece de rigor, puede ser falaz e injusto, pero sobre todo inútil. Falta tiempo para reunir elementos suficientes para un juicio ponderado. Lo que podría decirse por ahora, que es fácilmente comprobable, es el buen estado de ánimo de la mayoría de la gente con su gobernadora. Está contenta y esperanzada en las cosas pueden ser mejores que en el pasado.

*

Delfina se ha comportado de forma muy prudente. No ha recurrido al recurso fácil de culpar al pasado por todo lo que padecemos. Está más ocupada en ver hacia adelante que hacia atrás. Entiende que el futuro se construye hoy, en el presente. El primer paso está dado, el cambio es mandato del pueblo, no decisión voluntariosa de una persona. En el Estado de México nada puede seguir igual ni ser como antes, pero hay que tener paciencia.

*

En la medida que el cambio avanza en el Estado de México, teniendo al Poder Ejecutivo como punta de lanza, es desalentador atestiguar el retroceso en el Poder Legislativo que, como cangrejo, camina hacia atrás y regresa a sus formas de al menos hace 10 años. Peor aún el Poder Judicial, anclado en el pasado, resistiéndose a la transformación. De los poderes públicos, hoy el peor.

*

¡Ya siéntese, señor! Solo bajo la lógica de sus propios intereses y los de su grupo pueden entenderse las tronantes declaraciones de Higinio Martínez en menoscabo de la alianza electoral de Morena con PVEM y PT. El menosprecio con el que se refiere a sus asociados es ingrato y pendenciero. Como siempre, Higinio ve burro y se le ofrece viaje. Sus afanes por hacerse pasar por líder, cacique, del morenismo mexiquense, no construyen el ambiente más sano y positivo de cara al 2 de junio. Allá él y quienes lo aguantan.

*

En el área del gobierno donde más interés ha despertado —al menos por ahora— la sucesión universitaria es en la Secretaría de Educación, donde es público y sabido, dominan los colores verde y oro en su alta burocracia. Allí podrán encontrarse algunas claves.