Soldados ejecutaron a 15 personas en Tlatlaya

Con un claro contraste en sus primeras declaraciones, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia, reconoció que 15 de las 22 víctimas que perdieron la vida, en Tlatlaya Estado de México, fueron ejecutadas por militares. Plascencia llegó a calificar las ejecuciones como una de las “peores violaciones” a los derechos […]

Con un claro contraste en sus primeras declaraciones, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia, reconoció que 15 de las 22 víctimas que perdieron la vida, en Tlatlaya Estado de México, fueron ejecutadas por militares.

Plascencia llegó a calificar las ejecuciones como una de las “peores violaciones” a los derechos humanos y emitió recomendación a la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), a la Procuraduría General de la República (PGR) y al gobierno del Estado de México.

La posición del presidente de la CNDH contrasta con sus primeras palabras al respecto. 54 días después de la matanza Plascencia dijo: “todo hace suponer que se trató de un enfrentamiento”.

Esas primeras declaraciones de Plascencia respaldaban la versión oficial sobre los hechos. La Sedena había dado a conocer que presuntos delincuentes atacaron primero a los militares que patrullaban la zona, que hubo un enfrentamiento entre ambos bandos y que los miembros del ejército mataron a todos.

La misma idea fue repetida por el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, el 1 de julio: “El Ejército en legítima defensa abatió a los delincuentes”.

Ese relato se comenzó a desmoronar por la prensa internacional. La revista Squire publicó el testimonio de una mujer identificada como Julia quien presenció la masacre: “Ellos [los soldados] decían que se rindieran y los muchachos decían que les perdonaran la vida. Entonces dijeron ‘¿no que muy machitos, hijos de su puta madre? ¿No que muy machitos?’. Así les decían los militares cuando ellos salieron [de la bodega]. Todos salieron. Se rindieron, definitivamente se rindieron. […] Entonces les preguntaban cómo se llamaban y los herían, no los mataban. Yo decía que no lo hicieran, que no lo hicieran, y ellos decían que ‘esos perros no merecen vivir’.[…] Luego los paraban así en hilera y los mataban. […] Estaba un lamento muy grande en la bodega, se escuchaban los quejidos”,

Por su parte, Associated Press dio cuenta del testimonio de una mujer quien relató cómo dispararon y asesinaron a su hija Erika Gómez González, de 15 años. “Estaba en el suelo con una herida en la rodilla. Los soldados le dieron la vuelta al cuerpo aún con vida y le dispararon más de media docena de veces en el pecho”.

Para terminar de derribar la versión de la Sedena, el procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, reveló que hubo un breve enfrentamiento, pero que posterior a que los presuntos delincuentes fueron sometidos, tres soldados habrían utilizado las armas de los sometidos, para asesinar a 8 que quedaron vivos.

Después de todos esos giros que fue tomando la versión oficial de los hechos, el presidente de la CNDH lo calificó, en la conferencia de prensa de hoy, como violaciones a los derechos humanos.

 

(Con información de sinembargo)