La séptima edición del Buen Fin, estrategia del Gobierno y de los empresarios para incentivar el mercado interno de la economía mexicana a través del consumo y la circulación del dinero, superó las expectativas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, al alcanzar la cifra de 110 mil millones de pesos por ventas en el fin de semana del 17 al 20 de noviembre.
Desde su primera edición en el 2010, este programa ha ido aumentando cada año los niveles de ventas en el país, de acuerdo con datos de la SHCP:
- 2011: 39 mil 800 millones de pesos
- 2012: 51 mil 800 millones de pesos
- 2013: 68 mil 900 millones de pesos
- 2014: 72 mil 700 millones de pesos
- 2015: 80 mil millones de pesos
- 2016: 84 mil millones de pesos
- 2017: 110 mil millones de pesos
El crecimiento respecto a lo recaudado el año anterior asciende a poco más del 12 por ciento de ventas. Los grandes ganadores en este fin de semana fueron los grandes consorcios empresariales, quienes ofrecieron rebajas de hasta 40 por ciento sobre el costo total del valor de los productos.
Los artículos más demandados fueron ropa, calzado, juguetes, videojuegos y artículos electrodomésticos. Asimismo, el sector del turismo fue fomentado, pues hubo casi 600 proveedores que ofertaron más de 2 mil paquetes de viajes.
De acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio, (CANACO), participaron 12 mil 210 empresas registradas ante la dependencia en todo el país y se incrementaron las ventas en un 40 por ciento. La PROFECO inició 918 reportes de quejas a nivel nacional, 11 por ciento más que el año pasado.
Sin duda, la estrategia del Buen Fin ha dado resultados para la circulación de dinero; pero habría que pensar si es benéfico para la economía mexicana fomentar el consumismo sin impulsar con el mismo ahínco el fortalecimiento del mercado interno, a través del establecimiento de un salario mínimo que alcance, por lo menos, a cubrir las necesidades básicas de la población, así como el fomento a las PyMES mexicanas.
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