Termina austera edición 39 de Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil

En comparación con el año anterior en el Parque Bicentenario, la venta se redujo, 40 y hasta 50 por ciento.

Con paso errante la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil llegó a su edición 39, regresó para ello a su antigua sede: los jardines del Centro Nacional de las Artes, donde este lunes 18 llegó a su fin.

Esta feria, considerada la más importante en América Latina para niños y jóvenes, se mira austera; llegó hasta aquí con dudas acerca de su realización y envuelta en declaraciones de Paco Ignacio Taibo, director del Fondo de Cultura Económica, a propósito del alto, “inaceptable”, mencionó, presupuesto que se utilizaba para llevarla a cabo.

Si bien las carpas que resguardaron a las editoriales que expendieron los libros fueron blancas y los jardines no lucieron imágenes alusivas a la feria, la gente fue, tomó -como cada año- los jardines, bailó frente a los escenarios, se tomó fotos y compró libros.

Austera edición de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil llegó a su fin/Foto: P. Ramírez

Aunque aún no es posible saber con certeza si las ventas de los libros disminuyeron, en una declaración hecha por Alicia Espinosa de los Monteros, encargada del Comité de Libros Infantiles y Juveniles de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) a El Universal, se mencionó que en el primer fin de semana, en comparación con el año anterior en el Parque Bicentenario, la venta se redujo, 40 y hasta 50 por ciento.

Habrá que esperar, luego del cierre, las cifras oficiales de ventas y gastos que esta Filij 39 -que incluyó una sede alterna en Mérida- arroje los resultado que permitirán evaluar si este festival de las letras, donde se notó la austeridad, dio resultados para los editores y vendedores.

Entre los creadores invitados a la Filij estuvieron las escritoras coreanas Geum Yi Lee, candidata al Premio Hans Christian Andersen 2020, y Young Sook Moon, autora del libro Niños del Henequén, además del ilustrador lituano Kestius Kasparavicius, la escritora alemana Carolin Philipps y el editor argentino Daniel Divinsky.