En Toluca contamos con una diversidad de climas sorprendente. Algunas mañanas, la ciudad amanece rodeada de niebla. Las siguientes fotografías son un registro de esos momentos.
Detrás de los cerros
Los cerros de Toluca emergen tímidamente entre la niebla, creando un paisaje totalmente alejado de la vida ajetreada de la ciudad.
La cima de la montaña
La neblina envuelve el cerro de la Teresona, transformando el paisaje urbano en una obra de arte.
Adolfo vigila
La quietud de las calles de Toluca, envueltas en una densa niebla, ofrece un momento de reflexión en medio del ajetreo urbano. La cabeza de Adolfo López Mateos en Ciudad Universitaria vigila la ciudad.
Al fondo la casa del diablo
La niebla se cuela entre las calles de Toluca, dando lugar a un paisaje surrealista. El Estadio Nemesio Diez se distingue al fondo.
Ahí viene la niebla
La niebla le da a la ciudad de Toluca una belleza efímera y fantasmagórica, como sacada de los cuentos de Edgar Allan Poe.