Claro que lloré con este Toluca FC

Claro que lloré con este Toluca FC
Claro que lloré al ver que los cálculos de viajeros no eran por decenas, sino cientos

Claro que lloré cuando el Rojo goleó a León con un Nemesio Diez lleno.

Claro que lloré cuando en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México encontré aficionados y aficionadas que también viajaban a Costa Rica

Claro que lloré cuando después de las agresiones de barras del Saprissa, en San José, llegaron wasaps de gente que viajó ofreciendo ayuda y respaldo.

Claro que lloré cuando los jugadores salieron a saludar a la afición que hizo el banderazo en el hotel de concentración.

Claro que lloré cuando salió la caravana de camionetas con rumbo al estadio Alejandro Morena Soto, en Alajuela.

Claro que lloré cuando antes de entrar al estadio hombres y mujeres cerramos filas para cuidar las banderas y los instrumentos.

Claro que lloré cuando entramos al estadio y la grada sur lucía llena de «trapos» de la Banda del Rojo, de la Perra Brava, de los Hijos del Averno y de sectores como Rojo Capo, Metepunk y la 23 de Septiembre.

Claro que lloré al ver que los cálculos de viajeros no eran por decenas, sino cientos.

Claro que lloré con el golazo de Fede Pereira y con el de Robert Morales y con el de Vega, que festejó con la hinchada, aunque fuese anulado después.

Claro que lloré con el «Dale Ro», con el «Y ya lo ven, somos locales otra vez» y con el «Matador».

Claro que lloré con las muestras de reconocimiento de la gente del Herediano, con sus aplausos hacia los Rojos.

Claro que lloré con las publicaciones en redes que dieron cuenta de la movilización masiva de gente de Toluca.

Claro que lloro cuando escribo estas letras porque «Tenemos un gran equipo, se llaman los Diablos Rojos».

–Lucy Fer