Toluca vivió su primer tropiezo del torneo y lo hizo con una derrota dolorosa, pero aleccionadora: cayó 4-3 ante Tigres en el Nemesio Diez. El Diablo apostó por las rotaciones, pero esta vez el rival no perdonó.
Antonio Mohamed presentó un cuadro alterno, como lo hizo contra Santos, pero se topó con un equipo muy distinto. Tigres, pese a tener también compromiso en la Leagues Cup el próximo martes, no reservó a nadie y salió con su mejor once.
El resultado fue claro: un primer tiempo dominado por los felinos y varios errores defensivos de jugadores que no son habituales en el once titular. Isaís Violante, Mauricio Isaís y Ever López mostraron carencias en momentos clave que costaron goles.
Pese a eso, Toluca reaccionó. El equipo corrigió sobre la marcha, recortó distancias y estuvo cerca de empatar en los minutos finales. El esfuerzo fue notable, pero no fue suficiente para rescatar puntos.
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El marcador final dejó una reflexión: ¿qué hubiera pasado si Mohamed no descansaba a tantos titulares? El propio técnico reconoció que el experimento con las rotaciones fue arriesgado y que esta lección le será útil para el resto del torneo.
Aunque la derrota dolió, Mohamed conserva el beneficio de la duda. Ha mostrado visión y liderazgo en este arranque de temporada, y este traspié difícilmente se repetirá. El reto internacional sigue pendiente para el Toluca, que buscará en la Leagues Cup una actuación que compense este tropiezo.
Resultado amargo, pero aprendizaje valioso. El Diablo sigue con vida y con margen para ajustar.
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