Por: Anani Hernández y Brenda Monroy
Toñito, de nueve años, vivía con su abuela en la comunidad de San Pedro Zictepec, en el Estado de México. Ella se encargaba de él y de su hermano mayor, de 17 años. Debido a que sus padres padecían problemas de salud mental a consecuencia del consumo de drogas, según fuentes cercanas a la familia que hablaron con AD Noticias. Sus allegados lo describían como un niño muy tranquilo, respetuoso, amable y juguetón.
El 19 de marzo, decidió ir a la casa de su vecino, Mario “N”, quien rentaba videojuegos. Dicho negocio se encontraba al interior de su casa, a solo tres viviendas de la de Toñito. A diferencia de otros establecimientos similares, no era posible ver las consolas ni a los niños. Ya que el negocio estaba oculto, según informaron vecinos en entrevista para AD Noticias. La preocupación comenzó cuando el pequeño no regresó a su casa como lo hacía habitualmente.
La movilización de la comunidad
Ante la ausencia de Toñito, su abuela acudió de inmediato a las autoridades para denunciar la desaparición del menor. Mientras tanto, familiares y habitantes de la comunidad iniciaron una intensa búsqueda por su cuenta, sin descanso.
Con el paso de las horas y sin noticias de Toñito, los habitantes de Zictepec decidieron bloquear la carretera a Tenancingo para exigir a las autoridades una investigación exhaustiva y rápida. La desesperación aumentaba y cada pista era crucial para localizar al niño.
La pista clave
Uno de los vecinos aseguró que el último lugar donde había visto a Toñito fue en el domicilio de Mario “N”, el hombre que administraba el negocio de renta de videojuegos, quien también había participado activamente en las brigadas de búsqueda, de acuerdo con imágenes que circulan en redes sociales.
Siguiendo esta pista, las autoridades acudieron al inmueble de Mario “N”, ubicado junto al domicilio de Toñito. Casi 24 horas después de su desaparición, el menor fue encontrado sin vida dentro de un tinaco sin agua. Aún portaba su uniforme escolar, según información de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM).
La detención del sospechoso
Tras el descubrimiento del cuerpo, Mario “N” fue detenido por la portación de un arma blanca. Días después se le dictó prisión preventiva por el delito de flagrancia. Aunque en un inicio solo fue vinculado a proceso por este motivo, el 24 de marzo, ya en el penal de Tenango del Valle, se le giró una orden de aprehensión por el homicidio de Toñito.
Sin embargo, se ha señalado que el arma con la que fue detenido no coincide con la que presuntamente se utilizó en el crimen, ya que, según datos de la Fiscalía, Toñito falleció a causa de un edema cerebral secundario a asfixia mecánica.
AD Noticias acudió a la localidad de San Pedro Zictepec, donde entrevistó a vecinos cercanos a la familia de la víctima, quienes aseguraron que nunca notaron comportamientos raros por parte de Mario “N”. Otros comentaron que, a la luz del caso de Toñito, han salido presuntos abusos sexuales cometidos por el sospechoso contra más niños del pueblo, aunque no existían denuncias formales al respecto.
Además, los vecinos mencionaron que los familiares de Mario “N” se burlan del movimiento que inició toda la comunidad para exigir justicia. Y que aseguraron, harían todo lo posible para «que saliera libre con dinero».
La familia del menor y los pobladores de Zictepec exigen que se haga justicia. La defensa del acusado argumentaba que Mario “N” presentaba problemas mentales. Esto preocupaba a la comunidad y a la familia del menor, pues lo veían como un medio para obstruir los procesos legales en contra del presunto culpable.
¿Qué pasó con el acusado?
Este 25 de marzo, Mario Andrés “N” fue vinculado a proceso por el delito de homicidio calificado. Luego de que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) acreditara su probable intervención en la muerte de Toñito. Además, se le señaló de haber abusado sexualmente de la víctima.
En la audiencia de formulación de imputación, celebrada en los Juzgados de Tenango del Valle, la Autoridad Judicial revisó los datos de prueba presentados por el Ministerio Público y determinó vincular a proceso a Mario “N”.
¿Cuántos años podría estar en la cárcel?
En la misma audiencia, se estableció un plazo de tres meses para el cierre de la investigación complementaria y la medida cautelar de prisión preventiva justificada, por lo que deberá permanecer en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social de la zona.
Mario “N” sigue considerándose inocente mientras no se dicte una sentencia en su contra. De acuerdo con el Código Penal del Estado de México, podría enfrentar una pena de entre 40 y 70 años por el delito de homicidio calificado o, incluso, prisión vitalicia. Sumando entre 6 meses o 6 años por el delito de portación de arma blanca.
Mientras tanto, el inmueble donde habitaba Mario “N” permanece asegurado con sellos de la fiscalía. En la fachada del mismo, la comunidad ha colocado carteles exigiendo justicia para Toñito, manifestando su hartazgo ante la violencia contra las infancias. La escuela y los juzgados también se han llenado de carteles con las mismas consignas.
Fotos: Eduardo Estrada
La violencia que enfrentan los niños en México
En lo que va de 2025, según estadísticas de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), se han registrado 149 homicidios dolosos de niñas, niños y adolescentes menores de 17 años durante enero y febrero.
En 2024, solo en el Estado de México, se contabilizaron 3,344 casos de lesiones dolosas y 74 homicidios dolosos contra este sector de la población. A nivel nacional, la cifra ascendió a 966 homicidios dolosos y 13,137 delitos por lesiones.
De acuerdo con un estudio de REDIM, las entidades con mayor número de delitos contra menores de 0 a 17 años en 2024 fueron el Estado de México, Nuevo León y la Ciudad de México.
Un análisis del Centro de Estudios para el Logro de la Igualdad de Género, realizado en 2019, reveló que México tiene la tasa de homicidios infantiles más alta entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), además de ocupar el primer lugar en abusos y homicidios cometidos contra menores de 17 años.
Estos datos reflejan una realidad alarmante: la violencia contra la infancia en México sigue en aumento, mientras la respuesta del Estado sigue siendo insuficiente para detener esta crisis.
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