Toluca, México. 26 de abril de 2019. En México, las trabajadoras domésticas son las más expuestas a abusos laborales y también a las que menos se les reconocen sus derechos, según el Conapred. Este sector está conformado por 2.3 millones de personas que se dedican a las labores del hogar remuneradas; 92 por ciento son mujeres.
Debido a la falta de legislación, sus jornadas laborales son de hasta doce horas diarias sin goce de derechos laborales ni seguridad social; además, el 96% de las trabajadoras domésticas no tiene contrato, garantías de pensión ni posibilidad de ahorro.
Aunado a eso, actualmente, algunas leyes en México legitiman estos tratos. La Ley de Seguridad Social, por ejemplo, en su artículo 13 establece que quienes ejercen este trabajo voluntariamente podrán ser sujetos a la afiliación al IMSS.
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A las prácticas discriminatorias que experimentan las trabajadoras domésticas, se añaden también las malas condiciones laborales y el maltrato o abuso de sus empleadores.
El factor económico es un condicionante para las personas que se dedican al trabajo doméstico: la falta de dinero (33%), la carencia de estudios (19%); la falta de más opciones laborales (13%), manutención de la familia (14%) son los principales motivos por los que se dedican a esta actividad. En el caso de las adultas mayores el dos por ciento refirió que este era el único trabajo que podían conseguir a su edad.