El transporte público en Toluca arrastra un descrédito profundo. Así lo reflejó una encuesta realizada por AD Noticias, en la que la mayoría de usuarios calificó el servicio como caro, inseguro y con conductores sin capacitación ni respeto al reglamento de tránsito.
Las quejas se repiten: unidades viejas, sucias, descompuestas en plena ruta; choferes que manejan con exceso de velocidad, ponen música a todo volumen, fuman, hablan por teléfono o incluso llevan acompañantes. “Subir a un bus en Toluca es dejar tu vida y tu tiempo en manos de alguien que lo mismo va fumando que tomando”, denunció una persona encuestada.
Promesas incumplidas y un nuevo aumento a la vista
Desde 2020, los aumentos al pasaje han sido justificados con el argumento de modernizar las unidades y mejorar la seguridad. Sin embargo, en 2025 la tarifa mínima se mantiene en 12 pesos y los cambios prometidos no han llegado.
Pese a ello, el subsecretario de Movilidad, Ricardo Delgado Reynoso, confirmó que ya se realizan estudios técnicos para fijar un nuevo ajuste tarifario, que podría elevar el pasaje a 15 pesos en los primeros cinco kilómetros.
AD Noticias entrevistó a un concesionario del transporte público, quien aseguró que los empresarios piden un incremento mínimo de 2 pesos para enfrentar los costos de combustible, refacciones y mantenimiento. “La tarifa ya no alcanza para operar; si no hay ajuste, muchas rutas podrían parar”, afirmó.






“Una porquería”
La encuesta revela el hartazgo ciudadano ante un servicio que califican de “terrible”, “fatal”, “horrible” o, en palabras de un usuario, “una porquería”. Otros reclamos apuntan a la corrupción en operativos de tránsito, la falta de sanciones a los concesionarios y la complicidad de las autoridades:
“Después de tantos accidentes y fallecimientos, los dueños y empresas no son responsables de nada. La gobernadora y la justicia no hacen nada, se hacen los ciegos o tal vez porque hay billete de por medio”, señaló una de las opiniones recabadas.
El dilema: sostenibilidad vs. bolsillo
El gobierno estatal asegura que el nuevo ajuste buscará “un equilibrio entre la sostenibilidad del sistema y la capacidad económica de los usuarios”. Sin embargo, entre la población domina el escepticismo: cada incremento anterior vino acompañado de compromisos de mejora que, según los usuarios, nunca se cumplieron.
Mientras tanto, la percepción generalizada es que subir a un camión en Toluca es costoso y arriesgado. En palabras de otro pasajero:
“Es de los transportes más caros del país, con unidades en mal estado, choferes groseros y rutas mal planeadas. Todo mal, desde ahí”.

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