Toluca, México; 19 de marzo de 2018. Hoy se cumplen seis meses de los sismos de septiembre del año pasado. Después de medio año, sigue habiendo damnificados en el Estado de México que esperan el apoyo que el gobierno prometió después del incidente.
El martes 19 de septiembre del 2017, un sismo de 7.1 grados Richter con epicentro en Chiautla de Tapia, Puebla sacudió el centro de México y afectó a los estados de México, Puebla, Morelos, Michoacán, Ciudad de México, Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
Esa tarde en la capital mexiquense hubo daños en las estructuras del Palacio de Justicia del Estado de México, y afectaciones en algunos inmuebles antiguos del centro histórico de Toluca, por lo que Protección Civil estatal activó los protocolos de emergencia para salvaguardar la integridad de la población.
Pronto, la población mostró su apoyo con donaciones para los damnificados por el desastre natural, sin embargo este se canalizó especialmente en la Ciudad de México, y la capital del país acaparó los reflectores de los medios nacionales e internacionales que cubrieron las secuelas de la catástrofe.
En el Estado de México, a pesar de que la capital no resultó seriamente afectada por el sismo, diversos municipios mexiquenses tuvieron secuelas graves en las estructuras de los inmuebles de diversas localidades, entre ellos Ocuilan, Joquicingo, Malinalco, Tenancingo, Tenango del Valle, Ocoyoacac, Capulhuac, Zumpahuacán, Santiago Tianguistenco, Ecatzingo, Villa Guerrero, Amecameca, Tepetlixpa, Atlautla y Nezahualcóyotl
Los estragos en el Estado de México fueron muy graves. En Ocuilan cerca de 700 casas fueron dañadas en su estructura, 200 de las cuales fueron pérdida total. En todo el Estado de México fueron 7 mil 565 viviendas dañadas en la entidad, sumaron 318 las personas fallecidas por el sismo del 19 de septiembre, y se destinaron alrededor de 54 mil millones de pesos para la reconstrucción.
El sismo afectó alrededor de 4 mil 909 escuelas, 500 de las cuales fueron pérdida total y que hasta la fecha se han reconstruido 3 mil 500 y 196 iglesias dañadas.
Sin embargo, a pesar de los recursos públicos canalizados a la reconstrucción de las zonas afectadas y del apoyo que entidades no gubernamentales, ciudadanos, organizaciones de beneficencia y los gobiernos de los tres niveles, actualmente hay personas que permanecen sin un techo y en espera del apoyo del gobierno estatal.