Michael Phelps es un estadounidense de 31 años de edad, el deportista olímpico más galardonado de todos los tiempos; en su trayectoria existen un total de 28 medallas olímpicas, además de poseer diversos records mundiales, entre otros logros.
Michael es el menor de tres hermanos, sus padres se divorciaron cuando él tenía nueve años de edad; comenzó a nadar a los siete influenciado en parte por sus hermanos y primordialmente por la necesidad de controlar su hiperactividad, ya que cuando cursaba el sexto grado fue diagnosticado con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), desorden de carácter neurobiológico el cual implica un déficit de atención, hiperactividad e impulsividad.
Muchos conocemos la parte de su vida como deportista, pero pocos saben que fue arrestado en más de una ocasión por conducir bajo la influencia del alcohol, razón por la cual dio cursos a jóvenes sobre esta mala experiencia.
En el 2008, luego de recibir recursos económicos extras por su desempeño deportivo, decidió utilizar este dinero para crear la fundación que lleva su nombre, (Michael Phelps Foundation), en la cual se trabaja para fomentar la natación, se promueve la salud y una vida activa, pero sobretodo, la fundación ayuda a que cada vez existan más y más niños nadadores, proporcionando asistencia financiera a los mismos.
La vida de Michael, como la de muchos otros deportistas de cualquier nación, es sumamente interesante, incluso podríamos decir que esta historia de éxito, a pesar de que cuenta con altibajos y situaciones difíciles, deja mucho para inspirar a otras personas a lograr sus metas, en este caso las tres lecciones de liderazgo que nos deja la vida de Phelps son:
1. Compromiso incondicional: en donde el líder desarrolla su talento en todo su esplendor, disfrutando lo que hace, y nutriendo a otras personas de su amor por la natación, promoviéndola y ayudando a que otras personas logren lo que él ha hecho.
2. Evolución: el mundo actual se encuentra en una constante transformación, por ello el líder tiene que adaptarse a todos los cambios, incluyendo las malas rachas en la vida, que por cierto le sirven para apuntalarse y llegar a sus metas rápidamente.
3. Autoconfianza: el líder a pesar de tener miedo a nuevas metas, lo vence, cree en él porque se prepara, practica diariamente y sabe que el único reto a vencer, es a uno mismo.
Estas tres lecciones inspiradas en la vida de Michael Phelps han hecho que muchos quieran imitarlo, él se ha convertido en un referente a nivel mundial por ser el más grande nadador de todos los tiempos, pero sobre todo, de un ser humano que busca superarse cada día para convertirse en la mejor versión de él.