Triunfa el serbio Djokovic durante la final de Wimbledon 

Toluca, México. 14 de julio de 2019. Con el triunfo de este domingo, Novak Djokovic conserva su título de tenista con más Grand Slams de la historia.  Esta vez fue la primera en la que una partida se decidió en un tie-break. Además, se convirtió en la quinta coronación para Novak Djokovic en Wimbledon y […]

Toluca, México. 14 de julio de 2019. Con el triunfo de este domingo, Novak Djokovic conserva su título de tenista con más Grand Slams de la historia. 

Esta vez fue la primera en la que una partida se decidió en un tie-break. Además, se convirtió en la quinta coronación para Novak Djokovic en Wimbledon y en su 16º torneo más grande (así como el segundo que obtuvo a lo largo de la temporada). 

Al inicio de la contienda, los dos tenistas se mostraron firmes en sus respectivos servicios. El juego estuvo cerrado, pero al llegar al tie-break, algunos errores de Federes permitieron que Djokovic avanzara y así fue como el serbio consiguió un desenlace de 7-5. 

Pero Federer no se desanimó y en el segundo set logró una ventaja que sería decisiva para lo que vendría en el partido. Así, Federer cerró en 6-1 el parcial que equilibraría el encuentro decisivo. Esto sirvió también como una señal para que el serbio se esforzara más en lo que vendría y evitara las distracciones. 

Durante el tie-break, Djokovic se colocó    

Rumbo al final del encuentro, Federer se colocaba arriba del marcador (8-7). Sin embargo, un error y un tiro ganador le dieron a Djokovic la ventaja y luego un giro en las circunstancias, prolongó más el partido. 

Ya en el desenlace, Djokovic y Federer se disputaron un tie-break, inédito para un quinto set en una final de Wimbledon. El remate estuvo lleno de drama y el serbio supo sacar ventaja pues, como en los desempates anteriores, fue el que se mostró más firme. 

La historia terminó con un 7-3 a favor de Djokovic, en una final llena de variaciones de efectos, de ritmos, de precisión, el serbio se impuso 7-6 (7-5), 1-6, 7-6 (.7-4), 4-6 y 13-12 (7-3), durante un encuentro que duro cinco horas, la que se presume como la final más larga de la historia.