TSM: Un estadio, una infamia de corrupción

Grupo Orlegi no termina de salir de un problema grave cuando se mete en otro

Primera parte

Todo lo que Grupo Orlegi hace extraordinariamente bien en la planeación y creación de infraestructura, preparación, proyección y venta de jugadores parece ser totalmente a la inversa cuando se trata de arreglos legales, ya sean judiciales o extrajudiciales. No termina de salir de un problema grave cuando se mete en otro.

El mes pasado, todo estaba listo para que el 18 de septiembre pasado a las 10 horas diera inicio el juicio por fraude contractual presentado por parte de Santos Laguna S.A. DE C.V. contra The Walt Disney Company et al., así como la contrademanda (reclamación cruzada) de parte del jurídico del «Ratón Miguelito» en contra de la empresa de La Comarca.

Como sucede en TODOS estos casos, AMBAS partes, tanto Santos como Disney, ya habían ejercido su derecho de veto, lo que es normal, para que algunos “especialistas” NO pudieran opinar o ser parte del jurado. Los laguneros habían bloqueado a algunos especialistas que los Disney habían propuesto y viceversa. Recordemos que el jurado, finalmente elegido, emitirá su veredicto en abril del año próximo, si es que antes de esta fecha no llegan a un acuerdo entre ambas partes.

Así las cosas, todo estaba listo para que el lunes 18 de septiembre en Stanley Mosk Courthouse comenzara el juicio. Entre el jueves 15 y viernes 16 de ese mismo mes, los abogados de Walt Disney ingresaron a la corte nuevas pruebas documentales y la solicitud de un testigo que consideran clave para ganar este pleito legal.

Santos pidió aplazar el juicio

Este hecho hizo que los abogados de despacho Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan LLP, que representan jurídicamente a Santos Laguna, activaran el freno de emergencia y de último momento solicitaron al juez aplazar el inicio del juicio, quien accedió a su solicitud.

Algo no pintaba nada bien para sus huestes, estaba sucediendo todo lo contrario a lo que Orlegi había filtrado a su prensa amiga en los días previos. En aquellos días, «el»Francotirador», columnista de Trascendidos, así como el experto en finanzas Alberto Aguilar, publicaron sobre posición optimista que hablaba de un triunfo casi inminente de los laguneros sobre Disney en el juicio que estaría apenas por celebrarse.

Cuando ambos personajes publicaron NO estaban enterados en ese momento que los abogados de Santos Laguna, de manera inesperada, ya habían metido freno de mano de emergencia. ¿Por qué pedir un aplazamiento si decían que todo iba extraordinariamente bien en lo legal para enfrentar a Disney?  –pregunté a un especialista del portal estadounidense @Law360– “Quiero pensar que valoraron el riesgo ante posibles nuevas evidencias y testigos. Parecerá pretencioso, pero es real, para Disney perder 100 o mil millones de dólares no significa mucho, no la hará una empresa pobre, no la pondrá en riesgo de quiebra, con las ganancias de una semana de taquilla en una película nueva lo recuperarían. Eso NO creo que pueda decirlo, ni siquiera puede pensar en una derrota legal en contrademanda la empresa mexicana de Santos, ¿o sí? Las empresas de futbol no son muy poderosas económicamente en tu país, no comparados con Disney. Yo creo que el aplazamiento fue una estrategia para poder negociar antes del juicio y no generar una perdida muy drástica. En Estados Unidos decimos ‘perdiendo, también se gana’, considero que sería algo inteligente hacerlo, aunque habrá que esperar porque faltan muchos meses”.

La estafa a un ciego

Y mientras eso sucede en Estados Unidos, en México un juicio con un tufo a corrupción extrema involucra también a los dueños de Santos Laguna. Aquí los papeles se invierten dramáticamente. Del otro lado de la frontera, en los juzgados se pelean contra Disney, un rival archimillonario y poderoso, pero en Torreón, Coahuila, y Durango, Grupo Orlegi y Alejandro Irarragorri, con todas las influencias que su nombre y equipo significan, pelea en los juzgados contra una familia de ejidatarios muy pobre, huérfanos y desprotegidos.

Don Juan Nava López, era (o es) dueño poco más de dos hectáreas del ejido “Paso del Águila”. La parcela 37, para ser más exactos, era el único patrimonio que tenía y había heredado de sus padres. Su vida había sido muy difícil, ser agricultor en tierra poco fértil es casi un milagro, mantener a su esposa y cuatro hijos lo era más.

Justo en ese ejido del “Paso del Águila”, en el 2007, se anunció la construcción del imponente y moderno estadio «Territorio Santos Modelo», anunciando una inversión de 100 millones de dólares en un terreno de 12 hectáreas. Dos de esas doce, el 10% del terreno donde se construyó, eran propiedad de Don Juan Nava.

Para muchos, era una gran oportunidad de ganar dinero, hacer los trámites y “vender” el ejido, pero Don Juan NO quería vender. ¿Por qué se negaba a vender? Tenía una razón muy poderosa. Don Juan era ciego. Un grave accidente le sucedió cuando trabajaba como jornalero en una milpa y lo dejó completamente ciego cuando apenas tenía apenas unos 28 años. De eso, en el 2008 ya habían pasado 50 años. Obviamente no sabía escribir, no podía firmar nada, no podía valerse por sí mismo.

Sin tener nada firmado, ningún arreglo comercial y sin recibir un solo peso por sus dos hectáreas, la compañía HKS inició la obra con la limpia del terreno de 12 hectáreas donde se construiría el estadio «Territorio Santos Modelo»: Don Juan se enteró por voz de sus hijos y vecinos que ya no podían entrar al ejido porque ya estaba bardeado y las máquinas trabajando.

Juicio contra la infamia

¿Qué podía hacer un ejidatario ciego y pobre ante semejante injusticia y despojo? En el 2013, sus hijos le enteran a don Juan que no había nada que hacer ni nada por cobrar, que perdieron la parcela 37 donde estaba gran parte de la tribuna y un estacionamiento del estadio, que unos “licenciados” les habían mostrado unos documentos, que les dijeron, se trataba de un convenio de enajenación de parcela que les aseguraron había firmado don Juan a los abogados de Grupo Orlegi, antes Cervecería Modelo, así como una promesa de recibir 250 mil pesos.  Recordemos que en esos meses, este grupo había adquirido el equipo y estadio.

Don Juan no podía creer lo que le dijeron sus hijos «¡Cómo chingaos voy a firmar, si estoy ciego y no sé firmar, ni puedo leer! ¡Jamás me han dado ni un centavo!». Había que tratar de defenderse de tantas mentiras. Sus hijas encontraron un apoyo en el abogado Alfredo Ochoa que se hizo cargo de su caso. Lo que encontró en aquel “convenio de enajenación de parcela”, que supuestamente había firmado don Juan, es de no creerse.

Convenio

NO eran errores, son HORRORES legales, tan grotescos y tan aberrantes que NO pudieron haberse consumado por ignorancia, la única explicación posible es por dolo y una corrupción inmensa con las autoridades. Cualquier pasante de Derecho podía detectar a simple vista las gravísimas anomalías. Para aclarar brevemente, en un juicio como estos se debe notificar el derecho de tanto, para esposa e hijos del titular de la parcela del ejido.

Notifican a una difunta y más trampas

Los abogados agrarios contratados por Orlegi pretendieron y pretenden hacer válidas viejas asambleas ejidales que habían hecho otros abogados ajenos a ellos, pero que están terriblemente viciadas, tanto que sería un atentado a la inteligencia alegar que desconocían estas grotescas trampas legales. A partir de ese momento, se convirtieron en cómplices de una inmensa infamia.

Estos convenios son absurdos, grotescos y dolosamente tramposos, pues son tantos los horrores legales que pretenden establecer, que podían comunicarse con los muertos y hasta notificarlos judicialmente. Increíblemente, en alegatos con fecha del año que presentaron el 05 de diciembre del año 2000, aseguraron, SIN presentar ninguna evidencia, que habían NOTIFICADO a Tomasa Durán Subirias, esposa de don Juan Nava y a sus hijos.

Solo que en sus dichos y sus trampas, se olvidaron de un PEQUEÑISIMO DETALLE: la señora Tomasa Duran, según su acta de defunción con el Folio A05 2492632, había muerto el 04 de diciembre de 1996, ya habían pasado cuatro años cuando aseguran haberla notificado ¿Lo habrán hecho en una sesión espiritista?

Pero además de espiritistas, esos abogados hacían también milagros. En esa acta se dice que una vez FIRMADO el convenio, todos los involucrados se comprometen a inscribirlo en registro agrario nacional y asegurando que fue leído por todas las partes incluido don Juan Nava López. ¿Cómo pudo leer quien estaba ciego? ¿Cómo pudo firmar alguien que no sabía firmar? En el escrito jamás se hace mención de que era invidente, que no sabía firmar o que alguien se lo haría escuchar. No aparece ni rúbrica ni huella del ciego. 

No solo eso, los abogados aseguraron haber notificado a los hijos de don Juan Nava López, entre ellos, a Banesa Nava Durán (así, con “B”), solo que también olvidaron que en la fecha que ellos afirman fue notificada, la hija era menor de edad, tenía 17 años, por lo tanto, NO podía ser notificada legalmente.

Los vicios, la manipulación, las trampas y el dolo eran TAN evidentes contra los ejidatarios y herederos, que era casi imposible que un juez pudiera avalarlo, a pesar de las grandes presiones del gobierno y los grupos del poder. Tan es así, que el magistrado José Lenin Uribe, de manera contundente en sentencia del expediente 190/2103, ordenó a Grupo Orlegi, antes Grupo Modelo, a DEVOLVER CON SUS FRUTOS Y ACCESIONES la parcela 37 a don Juan Nava López, justo donde desde el 2009 a la fecha, se encuentran una tribuna y uno de los estacionamientos más importantes del estadio «Territorio Santos Modelo».

Sin embargo, con esta sentencia, apenas lógica, con tantas trampas y dolo, tuvo graves consecuencias para el magistrado José Lenin Rivera Uribe, pues después de ese fallo en contra, empezó a tener presiones mediáticas de un muy importante grupo del poder e intereses gubernamentales de Coahuila, hasta que, finalmente, fue removido de su encargo de Torreón, según reza un comunicado oficial: «En sesión administrativa vía remota del 14 de diciembre del 2021, acordó realizar el cambio de adscripción del Magistrado José Lenin Rivera Uribe, al TUA 34 con sede en Mérida, Yucatán, a partir del 10 de enero del 2022«.

Ser valiente y aplicar la ley contra los intereses y poderosos NO es una sopa que todos se animen a probar, lo mismo en la vida que en los medios. Obviamente, la contundente sentencia contra Orlegi no se iba a quedar así, estos interpusieron un amparo con una nueva magistrada agraria, Juana Rebeca Cortés Muñoz.

Cambian juez y sentencia

¿Qué creen que pasó con el mismo expediente y las mismas pruebas con las que habían sentenciado al grupo de la Comarca? Lo impensable de la inmundicia. La magistrada Rebeca Cortés, no solo descontextualizó la sentencia existente, consideró culpable al ciego por NO leer, por NO saber firmar, por NO cobrar un peso por dos hectáreas que le despojaron desde hace más de 10 años. Es el colmo de los colmos, la magistrada consideró culpable al ciego Juan Nava, por NO aceptar como valida que se pudiera notificar a su esposa cuando ya había muerto, ni acatar que a su hija menor de edad también se le podía notificar. Esto lo podemos interpretar de esta sentencia llena de dolo y sospechosamente con peste de corrupción extrema. ¿Cómo pudo pasar esas cosas por alto esas evidencias tan contundentes?

Increíblemente, la magistrada Rebeca Cortes condenó al ciego Juan Nava López, ya entonces de 90 años, por conducta dolosa, por lo que debe pagar indemnización y daños a los actores, entre ellos a Orlegi pues, según la magistrada, estos siempre actuaron de buena fe. Incluso, afirma que el pobre ciego actuó dolosamente hasta contra su hija «Banesa», porque cuando tenía 13 años, le había prometido esa parcela, por lo que tiene la obligación de indemnizarla. ¡Puede usted creer semejante aberración!

Esta sentencia en amparo se dictó el 28 de febrero del 2022. Lo que NO sabía la magistrada es que, para esa fecha, don Juan Nava López ya también estaba muerto, pues falleció de un ataque al corazón el primero de noviembre del 2021. Murió sin encontrar justicia, sin poder, como prometió a su también difunta esposa, darles un peso a sus hijos de esas dos hectáreas que hoy deben valer millones y que por evidente corrupción no ha podido cobrar y quizá jamás cobren.

Justicia, secuestro y miedo

Afortunadamente, esta historia no terminó ahí. Sus 7 hijos, incluida «Banesa» Nava, ante la aberrante sentencia, solicitaron el amparo directo 117/2022 y desde entonces tienen más de 21 meses esperando la resolución del mismo. La tardanza es extremadamente sospechosa, tanto que el pasado viernes 13 de octubre, el abogado Alfredo Ochoa metió un escrito pidiendo fecha de resolución, mencionando que irá a la Suprema Corte de la Nación, que preside Norma Piña, y si no encuentra justicia plena, irá a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

La resolución del amparo directo debe salir en los próximos días, pero el litigarlo se está tornando demasiado peligroso para el abogado Alfredo Ochoa, quien hace unos días fue levantado al llegar a su casa, secuestrado, esposado y amenazado por hombres armados. Milagrosamente fue rescatado por otra agrupación policiaca. Teme, con suficientes razones, por su vida y la de los suyos, por eso ha pedido públicamente a Andrés Manuel López Obrador que le brinde protección. 

Tenemos los videos del secuestro del abogado, las denuncias, la cronología del mismo, los certificados del médico legista, sus miedos, sus posibles agresores, su carta al presidente López Obrador, él junto a la familia Nava Durán esperan justicia para su padre ciego. Pero eso sucederá en la próxima entrega, por hoy se me acabó el espacio.

¿Usted cree en las coincidencias? ¡Yo tampoco! ¿Le dio asco esta historia? A mí también. Eso de ganar sirviendo NO es como nos lo cuentan, ¿o sí?

“La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo” Platón.