Toluca, México; 28 de septiembre de 2019. La asunción de Toluca como un nuevo Arzobispado católico es en principio una decisión administrativa del Vaticano, pero que puede tener impacto en la recuperación de feligresía para la religión mayoritaria del país, consideró Ignacio Cuevas de la Garza, analista del Observatorio Episcopal.
Sin embargo, para el también analista de temas religiosos, Roberto O`Farril, se trata simplemente de una consecuencia natural al crecimiento de la población y de creyentes, a quienes ahora se dará una mejor atención pastoral.
Los cambios anunciados este fin de semana por el Papa Francisco de crear obispados en Azcapotzalco, Iztapalapa y Xochimilco en la Ciudad de México y la creación de una nueva sede arzobispal en la ciudad de Toluca, Estado de México, son un cambio que obedece, según Cuevas de la Garza, a la necesidad de administrar de mejor manera la gran cantidad de parroquias que estaban bajo la tutela del Arzobispado Primado de México que tiene su sede en la Catedral Metropolitana.
Ignacio Cuevas no descartó que estos ajustes a las formas administrativas de la iglesia en el centro del país puedan tener un sentido político, dada la relación que históricamente ha tenido la jerarquía católica con la clase política y empresarial del Valle de Toluca, Atlacomulco y ahora también con el estado de Morelos, gobernado por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pero con demasiada cercanía con las iglesias evangélicas.
La grey católica incluso podría aprovechar el reciente discurso moral del presidente Andrés Manuel López Obrador para intentar recuperar personas creyentes ante la creciente influencia de otras iglesias, especialmente las evangélicas.
De acuerdo con datos del Censo de Población y Vivienda 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México el 82.9 por ciento de la población se confesaba creyente católica. En el Censo del año 2000, la población católica representaba al 88 por ciento.
En el Estado de México, la cantidad de católicos pasó de en el año 2000 de 10.1 millones a 11.7 millones en el 2010, crecimiento que corresponde al aumento total de la población.
Por su parte, Roberto O´Farril aclaró que la creación de nuevos obispados en la Ciudad de México no le quitan importancia al arzobispo Carlos Aguiar retes ni la creación de la arquidiócesis de Toluca representa darle mayor poder o recursos al ahora arzobispo Francisco Javier Chabolla.
Recordó que la creación de nuevos obispados son consecuencia del crecimiento poblacional o bien del aumento en el territorio de cada representación episcopal, por lo que rechazó que se trate de decisiones políticas en el seno del catolicismo.
De acuerdo con el Derecho Canónico, el hoy arzobispo de Toluca Francisco Javier Chabolla tendría que presentar su renuncia dentro de dos años, cuando cumpla el límite de edad que es de 75 años años, aunque será decisión del Papa en turno aceptar o no esa renuncia.
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