El director para las Américas de la organización Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, lamentó y criticó la decisión del gobernador Eruviel Ávila de ya no hablar sobre la matanza de 22 personas ocurrida el 30 de junio en Tlatlaya.
Durante una entrevista para MVS, Vivanco se dijo sorprendido por la actitud que han tomado las autoridades mexicanas respecto al caso Tlatlaya, pero sobre todo de las declaraciones de Eruviel Ávila.
El representante de HRW dijo que en teoría Eruviel Ávila debería estar furioso e indignado por haber sido engañado; si es que no forma parte del encubrimiento de la masacre, y debería exigir en este instante explicaciones de lo sucedido en Tlatlaya.
Vivanco recordó que el mandatario estatal fue el primero en respaldar públicamente la versión del Ejército sobre el enfrentamiento y lamentó que Eruviel decidiera no hablar más del tema.
José Miguel Vivanco señaló que o bien Ávila Villegas se prestó para encubrir los hechos, que han sido denunciado por una testigo, o el gobernador fue engañado.
Aseguró que el caso Tlatlaya es una de las peores masacres de la historia reciente de México por parte del Ejército y agregó que de no ser por los medios de comunicación que exigen respuestas el caso hubiera pasado tal y cual lo dice la versión oficial, que se trató de un enfrentamiento.
Vivanco ofreció otra entrevista para el diario Reforma, en la cual cuestionó el avance de la investigación de la PGR.
Aseguró que “es difícil creer que tres soldados, actuando por cuenta propia, se encargaron de ejecutar a 22 personas, a vista y presencia de superiores jerárquicos, como quien dice, se habrían enloquecido y entrado en una carnicería de ejecuciones a personas rendidas”.
Finalmente alertó que ”da la impresión, hasta ahora, que estamos ante un segundo encubrimiento, donde se están haciendo esfuerzos para acotar, para reducir las responsabilidades penales a este puñado de tres soldados”.