En Valle de Bravo, la urbanización de 120 hectáreas de bosque anualmente; usualmente destinadas a desarrollos inmobiliarios, continúa sin freno. Las autoridades siguen cediendo terreno constantemente ante las presiones de empresas poderosas, como Banco Azteca Sociedad Anónima Institución de Banca Múltiple y un grupo de inversores liderado por el arquitecto Abraham David Cherem Cherem.
Estos recibieron la autorización de construir en predios de 790 mil 404.58 metros cuadrados (m²) y de 77 mil 391.77 metros cuadrados, lo cual fue legalizado con la publicación de acuerdos en el Periódico Oficial Gaceta del Gobierno del Estado de México, para la edificación de más desarrollos inmobiliarios, pese a la grave crisis ambiental que se observa en Valle de Bravo, sobre todo en los bajos niveles de la Presa Miguel Alemán, que este año alcanzó mínimos históricos.
La autorización de estos acuerdos estuvo a cargo de la arquitecta Blanca Hereida Piña Moreno, quien actualmente ocupa el cargo de directora general de Operación y Control Urbano, de la Secretaría de Desarrollo Urbano e Infraestructura de la administración estatal.
Autorización a Banco Azteca Sociedad Anónima Institución de Banca Múltiple
Se autorizó la subrogación total de derechos y obligaciones de la autorización de fusión, subdivisión y los condominios denominados “Mazahua I”, “Mazahua II” y “Mazahua Las Cabañas”, ubicados en Calle Vega del Río, números 19 y 39, Circuito Avándaro, Valle de Bravo, con una extensión de 790 mil 404.58 m².
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Proyecto Los Ocotes
La Gaceta Oficial de Gobierno, publicada este 12 de julio de 2024, también autoriza el desarrollo llamado “Los Ocotes”, con una extensión de 7 mil 391.77 m² para llevar a cabo 6 áreas privativas con 6 viviendas, en la calle Fontana Baja número 16, lote 16, Sección Fontanas, Avándaro.
Además del arquitecto Abraham David Cherem Cherem, el grupo que obtuvo este permiso de construcción se conforma por: Charles El Mann Metta, Alain Esses Hallak, Clemmy Raymond Esses Hallak, Pola Lobatón Abadi, Isaac Khabie Mustri, Ellen Cohen Galante y Salomón Laniado Mustri.
La devastación del medio ambiente en Valle de Bravo no tiene freno
Factores como la erosión, la tala inmoderada o la construcción de desarrollos inmobiliarios en áreas boscosas, han contribuido a deteriorar el entorno natural en esta región durante la última década.
En este municipio, a los representantes de un capitalismo voraz no les importa la preservación de la naturaleza y su insaciable sed por más riqueza ha dejado graves secuelas en los hábitats de esta zona mexiquense.
De acuerdo con la investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), Merie Eugenie Deverdun, al actual ritmo de deforestación, para el año 2030 los habitantes y el turismo de este Pueblo Mágico no tendrán más suelo para urbanizar. Las medidas impuestas para estos desarrollos son insuficientes y se centran mayormente en infraestructuras que no contribuyen a la conservación del medio ambiente, como áreas comunes, pavimentaciones, andadores o estacionamientos, eso sí, con concreto hidráulico.
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