En México se ha sentido una de las épocas más calurosas que no se ha visto en años; según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el país está experimentando altas temperaturas debido a la circulación anticiclónica en niveles medios de la atmósfera.
El organismo también reveló que el Estado de México presentará en estos días una temperatura de 30 a 35 grados Celsius, y lo mismo ocurrirá en los estados de Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Ciudad de México y Tlaxcala.
Los negocios informales se han visto afectados, incluidos los vendedores ambulantes, quienes tienen que permanecer, bajo el sol, en un solo lugar o caminar por la ciudad para vender sus productos.
¡Llévele, llévele!
Ángel Adrián y Emanuel Peralta son dos toluqueños de las colonias Barrios Tradicionales y de Palmillas, respectivamente. Recorren la ciudad, desde las 9 de la mañana, con la misión de vender. Su jornada termina cerca de las 19 horas y es cuando llevan alimento a sus familias.


Para ellos, el calor es parte de su trabajo y su día a día; realizan largas caminatas, recorren más de seis veces la Plaza González Arratia, los Portales, el Parque de la Ciencia y la Alameda Central.
«En cualquier trabajo hay alguna cosa que te impide trabajar, pero al final de cuentas, tenemos que afrontar todo de forma positiva. Ni el calor, ni el frío, ni la lluvia nos van a derribar. Venimos a las calles a rifarnos», mencionó Emanuel Peralta.


Las inclemencias que trae el clima no son obstáculos para que este par de amigos lleven sustento a sus casas. Comentaron que es la actitud lo que hace que la venta sea exitosa, ya que, en época de calor, los chocolates y dulces no se venden mucho, pero con una buena conversación hacen que las personas les compren.
«Al final del día, lo que vendes es tu palabra más que el producto. Hay veces que por el calor, el chocolate no lo consumen mucho, pero si sabes llegarles a las personas, siempre hay una posibilidad», puntualizó Ángel Adrián.
Finalmente, dijo que cuando el pavimento se calienta, el recorrido se vuelve extenuante, por ello, cuando llega a su casa, deja sus cosas en la mesa y va directo a su cama, se sienta en ella, se retira los zapatos y se recuesta un rato en lo que regula su temperatura.

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