Ventajas de viajar en tren

Antonio Orejudo nos presenta, en “Ventajas de viajar en tren”, una historia que introduce otras historias que introducen otras versiones de la historia…

Heredero de una cervantina prosa, Antonio Orejudo nos presenta, en “Ventajas de viajar en tren”, una historia que introduce otras historias que introducen otras versiones de la historia… una vertiginosa y divertida espiral escrita con gran solvencia, que se lee de un jalón. 

Todo comienza (como guiña el título) en el vagon de un tren, con el encuentro de un hombre, quien afirma ser psiquiatra en un hospital especializado, con Helga Pato, una agente literaria, que ha dejado a su marido internado en dicha clínica. El personaje comienza a contarle una cuasi inverosímil historia sobre secuestros, conspiraciones mundiales y encuentros fortuitos, la cual deja en suspenso pues, en una pausa del trayecto, decide bajar por un tentenpié. Al reinicar el trayecto, Helga no sabe que hacer con el portafolio que aquel dejó en su regazo, así que decide ponerse a leer las narraciones que se encuentran dentro… Comienzan así los metarrelatos, cada uno con puntos de vista y narradores disímiles, que juegan con el lenguaje y la estructura dentro de la novela.

El autor refiere que “plagió” dos de las ejemplares novelas del manco de Lepanto: “El casamiento engañoso” y “El coloquio de los perros”, relatos que reflejan esa flexible y no tan clara línea divisoria entre la cordura y la locura: lo que imaginamos un hecho puede ser simplemente la alucinación de una compleja y enrevesada mente.

Esta novela obtuvo el XV Premio Andalucía, cuyo jurado estuvo integrado por los escritores Juan José Millás, Almudena Grandes y Juan Bonilla, y los periodistas Sergio Vila-San Juan y María Luisa Blanco. Puro peso pesado, que da cuenta de la riqueza de esta narración.