Este Viernes Santo, el pueblo de Metepec se prepara para conmemorar de manera solemne y devota la representación del Viacrucis, una tradición arraigada en la cultura y la fe de la comunidad. Con sus calles empedradas como escenario y su iglesia como punto central, esta representación revive los últimos momentos de la vida de Jesucristo, desde su condena hasta su crucifixión y sepultura. Esta antigua y conmovedora recreación, llevada a cabo con fervor y meticuloso detalle, no solo sirve como recordatorio de la pasión y sacrificio de Cristo, sino también como un evento que une a los habitantes de Metepec en un acto de profunda reflexión espiritual.
Fotografías: Edgar Segura
Cada año, el Viacrucis de Metepec atrae a fieles y visitantes de todas partes, quienes se sumergen en la atmósfera de recogimiento y devoción que impregna la celebración. Desde los preparativos previos hasta el momento mismo de la representación, se respira una sensación de solemnidad y respeto por la historia sagrada que se recrea. Este Viernes Santo, las calles de Metepec se llenaron de la melodía de cánticos sagrados y el aroma de incienso, mientras los participantes dan vida a los pasajes más significativos del camino de Cristo hacia la crucifixión, reafirmando así la importancia de esta tradición en el corazón de la comunidad.
