#VocesSororas. Blanca Reyes: una mujer en la escena

#VocesSororas. Blanca Reyes: una mujer en la escena
Ella considera que, actualmente, las cosas han cambiado. El conflicto está en los grandes sistemas que no dan credibilidad al trabajo de las mujeres

Desde hace 30 años, Blanca Reyes se dedica al teatro. Es actriz, investigadora, profesora universitaria, productora y gestora. A ella le ha tocado, opina, un abrir de ojos para la comunidad creadora en materia de artes escénicas.

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El juego de poder

Blanca cuenta que antes existía la idea de que solo el director, varón, tenía el concepto creativo y que, por lo mismo, solo él podía dar directrices; la concepción de que las mujeres atractivas eran huecas o de que la asignación de roles en los personajes a representar configuraban un juego de poder que provocaba desventajas y abusos que, entonces, no se concebían como tal porque “no se había caído el velo”.

Blanca Reyes dice que en la actualidad las cosas han cambiado y aunque no percibe un conflicto con el medio por las transformaciones que ha habido, sí lo ve en las instituciones y en los grandes sistemas porque no le dan credibilidad al trabajo de las mujeres, por ejemplo: en la mayoría de los casos, los proyectos se los destinan siempre a un hombre.

La apertura de la llave

Ahora el entorno local de Toluca se encuentra en la apertura de la llave, considera Blanca: todos los canales están abiertos y en ellos está lo radical: la reflexión y otras muchas manifestaciones cuya principal importancia reside en que existan en este momento y en este lugar.

Ella piensa que se asiste al descubrimiento de identidad y que a los colectivos que hay les hace falta dialogar, porque en la “apertura de la llave” puede llegar reinar un poco el caos.

Desde su propia experiencia, Blanca hace una vez más referencia a las instituciones. Dice que les encanta la figura femenina pero únicamente como acompañamiento y como adorno, no como la responsable de algún proyecto o como alguien que toma decisiones.

En su propio colectivo teatral, ella no lideraba las cuestiones de dirección, pero sí lo material: finanzas, organización y producción. Cuando Blanca tuvo una hija se le dificultó el trabajo: le costaba combinar las actividades y no equilibraba el trabajo con el papá de su hija porque se confiaba en su doble capacidad; existió también una idea del sacrificio y el asumir “que las mujeres pueden con todo”. Blanca, con el tiempo, se dio cuenta de que fue un sobreesfuerzo.

El teatro, el feminismo y el público

El teatro es un arte que se representa y está hecho para ser visto.

Respecto a la labor que se realiza o se debe realizar, desde la postura feminista, para el público, Blanca piensa, en primer lugar, que se debe recuperar al espectador, luego de la pandemia y de las nuevas posibilidades en línea que surgieron. En segundo lugar, que hay que darle espacio al público femenino, como ya se hace en diferentes lugares de la república: un teatro hecho por mujeres y para mujeres, exclusivamente.

Por otra parte, dice, existen los espacios de reflexión como los coloquios o encuentros, que sirven para reflexionar sobre el tema. Las creadoras también se encuentran trabajando mucho y en las puestas en escena también algo se mueve; a la par hay colectivas de chicas jóvenes egresadas que buscan gestionar y promover su trabajo para público femenino.

Asignaturas pendientes

Blanca Reyes dice que más que hablar de pendientes en este momento, le satisface la manera en que se están dando las cosas, opina que es mejor tener abundancia de opiniones y manifestaciones. Aunque no le guste algo —como ver los cristales del Teatro de los Jaguares rotos, explica, porque para los creadores escénicos es un templo— ella entiende el coraje, la rabia y la desesperación por no ser escuchadas.

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Somos reflejo

Somos reflejo es un montaje de siete monólogos de mujeres y hombres en el que Blanca Reyes trabajaba cuando se cometió el asesinato de la profesora de danza Sonia Pérez, en 2019, en el Teatro de Los Jaguares, de la UAEMex; después salió a la luz el caso de violencia contra otra profesora de la Autónoma mexiquense mientras daba clase en línea. Esas situaciones también la llevaron cuestionar lo que sucedía en el ámbito universitario.

Algunas de las escenas de este montaje serán presentadas próximamente. Por otro lado, junto con otras instituciones, trabaja en la organización del II Coloquio de artes escénicas con perspectiva de género.

Acoso y denuncia en la UAEMex

Blanca ha acompañado a estudiantes cuando solicitan apoyo u orientación para hacer una denuncia por acoso, es un proceso largo, dice. También se ha dado cuenta de que frecuentemente muchas chicas lo abandonan y todo sigue como al inicio: el problema continúa.

A nivel institucional, afirma, hay un discurso fuerte contra la violencia de género, lo cual también, sabe, ha provocado que algunos profesores tengan miedo de que cualquier palabra se interprete como acoso y ofensa.

Marcha o montaje teatral

Blanca, por razones institucionales, no va a las marchas y cree que su lugar de comentario está en la escena. Ahí se muestra plural y directa; agrega que se siente afortunada de tener el escaparate de la escena —o de la pantalla, ahora— para poder compartir lo que piensa.