“Vuelan muy bajo sobre la ciudad”: padecen habitantes del Valle de México paso de aviones en nuevas rutas

El número de personas afectadas por el ruido generado desde el espacio aéreo pasó de 1 millón 250 mil a 2 millones 444 mil personas

“Los aviones vuelan muy bajo sobre la ciudad”: padecen habitantes del Valle de México paso de aviones en nuevas rutas

Por: Mercedes Martínez

«No podemos ni hablar por teléfono»
«El ruido es insoportable«
Los aviones vuelan muy bajo, muy cerca

Vecinos del Valle de México padecen afectaciones por los cambios de ruta aérea que surtieron efecto a partir del pasado 25 de marzo de este año. Las modificaciones forman parte de la primera fase del reacomodo del espacio aéreo en el contexto de la próxima inauguración del nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles que se construye en la base militar de San Lucía, en el municipio de Zumpango, Estado de México

Habitantes de la zona poniente de la Ciudad de México y de municipios mexiquenses, como Huixquilucan, señalan afectaciones a la calidad de vida, y problemas de salud y ambientales que aparecieron con la modificación de las rutas de las rutas aéreas

Nos ha cambiado la vida completamente. Nos han quitado el derecho al descanso. Los aviones pasan cada 40 segundos cuando el tráfico es pesado, y cada dos minutos cuando no es denso. Nos despiertan con sobresalto en la noche, no nos dejan dormir; en la madrugada no hay tregua, no se puede trabajar, no se puede estudiar. Los jóvenes y los niños les cuesta trabajo concentrarse para estudiar; por el ruido baja el rendimiento escolar; las personas mayores y enfermas no pueden descansar”, relató Luz María Gaubeca, vecina de Huixquilucan, Estado de México.

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Con el cambio de rutas, desde el pasado 25 de marzo los aviones pasan aún más cerca de las colonias ubicadas en la zona poniente del Valle de México; las que se ubican en las laderas y en la parte más alta resultan sufren más afectaciones por el ruido que provoca el sobrevuelo de cada aeronave.De día y de noche, y en la madrugada”, señalan personas afectadas.

A pesar de que el número de operaciones se redujo por la pandemia, [con las nuevas rutas] aumentó la contaminación ambiental auditiva las 24 horas del día; quienes estamos abajo de estas rutas y zonas montañosas lo escuchamos día y noche; toda la noche y toda la madrugada, el fin de semana y entre semana”, detalló Gricha Raether, presidente de la Asociación de Colonos de La Herradura, en Huixquilucan.

En conferencia de prensa, vecinos y colectivos ciudadanos advirtieron que el número de personas afectadas por el ruido generado desde el espacio aéreo pasó de 1 millón 250 mil a 2 millones 444 mil personas. Esto, a pesar de que la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) establece que con la modificación de rutas aéreas no debe aumentar la cantidad de afectaciones.

Contaminación auditiva: ruido por encima de lo tolerable

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que el ruido es tolerable para el cuerpo y la mente humana cuando no pasa de los 40 decibeles durante la noche, y de los 45 por el día. Vecinos de la calle Campestre, en la colonia San Ángel Inn, a 22 kilómetros de distancia del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, han registrado ruidos por encima de los 80 decibeles con ayuda de un artefacto especializado. Estos niveles “se replican a lo largo de la ruta afectada, desde Naucalpan y Huixquilucan, hasta Xochimilco y Milpa Alta”, señala Luz María Gaubeca.

Contaminación ambiental y peligro para volar

Además de la contaminación auditiva por el ruido generado con el funcionamiento de los aviones en el aire, las personas afectadas también denunciaron que el cambio o modificación de rutas aéreas, mismas que se recorrieron hacia la zona ahora afectada, resulta peligroso en la manipulación de las aeronaves.

Este rediseño contempla operaciones de los aeropuertos internacionales de la Ciudad de México, Puebla, Toluca y Cuernavaca. La segunda fase entrará en marzo de 22 con las operaciones del Felipe Ángeles”, explicó Paula Arizpe, una de las ciudadanas afectadas.

Esta primera fase trajo consigo un cambio de rutas con el agravante de un tiempo mayor de sobrevuelo sobre la ciudad, en comparación con los procedimientos que se utilizaban hace más de 30 años. A lo largo de estos meses, colectivos ciudadanos y comités vecinales supimos —de voz especialistas— sobre la preocupación por el aumento considerable del riesgo en el aumento de sobrevuelos en la capital y zona conurbada”, detalló Arizpe.

Los denunciantes dijeron a medios de comunicación que la orografía propia de la zona, con sus elevaciones, laderas y zonas montañosas, le convierten en un espacio complejo para sobrevolar. Lo que, a decir, de grupos vecinales, representa un potencial riesgo de coalición y turbulencias.

Con la ruta anterior, el control de tráfico aéreo tenía espacio suficiente para lograr la separación reglamentaria entre cada aeronave que es de cinco millas, antes que que sobrevuelan la ciudad, lo cual crea un espacio de seguridad importante y reduce cualquier riesgo de coalición o de alguna turbulencia”, añadió Francisco Landero, integrante vecinal de Parques de la Herradura en Huixquilucan.

Según explicaron, el Valle de México es un espacio aéreo de condiciones particulares y complicadas. “La orografía reduce las posibilidades de desviación por el mal tiempo y genera turbulencia de manera constante, esto constituye un factor adicional de estrés para controladores y pilotos, y eso aumenta los riesgos a la seguridad aérea y a las personas de la ciudad”. Entre otros factores que consideraron de importancia, enlistan las condiciones meteorológicas, por las prolongadas temporadas de lluvia y vientos que reducen la visibilidad y favorecen las turbulencias.

Exigen transparencia y estudios

Además de denunciar las afectaciones a su vida cotidiana, los inconformes exigen a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), a la Agencia Federal de Aviación Civil y a las instancias responsables que exhiban los estudios en los que se garantice la seguridad de las nuevas rutas de llegadas y salidas; así como estudios que detallen los efectos de la contaminación ambiental y en la salud.

Queremos saber dónde están esos estudios, que nos garanticen que no haya afectaciones ,a pesar de que es claro; que muestren estudios y análisis para que los ciudadanos podamos estar tranquilos”, explica Ileana Ramos, vecina de la zona.

O se vuelve a las rutas antiguas o se modifican”, advierten. Hasta el momento vecinos y asociaciones civiles han interpuesto siete amparos en contra de la modificación de las nuevas rutas aéreas.

Por su parte, en un boletín de hace siete meses, la SCT aseguró que la ciudadanía debe tener la certeza de que se ha hecho un trabajo profesional en la operación del Rediseño del Espacio Aéreo, por lo que se garantiza plenamente la seguridad y la mayor eficiencia de las operaciones bajo normas y reglas internacionales. “La seguridad está por sobre todo”, según el subsecretario Carlos Alfonso Morán Moguel.

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Llevar adelante este nuevo sistema basado en la más alta tecnología, es producto de un análisis profundo”, dijo. “Esta solución es necesaria, pertinente y con un diseño muy bien realizado”, lo que evitará patrones de espera de aviones y ahorrará no solo el exceso de tráfico aéreo, sino el consumo de combustible, aseguró en conferencia de prensa.

En su comparecencia de hace una semana ante la Cámara de Diputados, Jorge Arganis Díaz-Leal, titular de la SCT, presumió la puesta en marcha de la primera etapa del rediseño del espacio aéreo, “con nuevas rutas — más eficientes y seguras— , así como una reducción de emisiones, al disminuir el consumo de combustibles”, según señaló al legislativo.

El 25 de marzo pasado, la SCT puso en marcha la primera fase del rediseño del espacio aéreo en el Valle de México, que contempla las operaciones de los aeropuertos internacionales de la Ciudad de México (AICM) y Toluca. La segunda fase entrará en operación con la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles en marzo de 2022.