1994: el año de la muerte de un candidato

José Alam Chávez Jacobo   El priismo del país recuerda el crimen de su candidato presidencial Luis Donaldo Colosio Murrieta hace 24 años en Lomas Taurinas, Baja California, en un año trágico de la historia política mexicana en el que también fue asesinado José Francisco Ruiz Massieu, acto que, de acuerdo con diversos analistas, estuvo […]

José Alam Chávez Jacobo

 

El priismo del país recuerda el crimen de su candidato presidencial Luis Donaldo Colosio Murrieta hace 24 años en Lomas Taurinas, Baja California, en un año trágico de la historia política mexicana en el que también fue asesinado José Francisco Ruiz Massieu, acto que, de acuerdo con diversos analistas, estuvo relacionado con el primero. En ese mismo 1994, el país vivió la más grave manipulación que se recuerde de las instituciones encargadas de procurar y administrar justicia.

De ese fatídico 1994, a la fecha, han cambiado muchas cosas en la práctica y formas políticas, pero el discurso de Colosio aún tendría vigencia en muchos aspectos de la forma de operar al interior del Partido Revolucionario Institución (PRI), así como en el país: en temas claves como la economía o la seguridad pública, pero también se mantiene vivo el grupo priista mexiquense que fue señalado por Mario Ruiz Massieu de obstaculizar el esclarecimiento del crimen de su hermano José Francisco, ocurrido seis meses después.

En los dos episodios de 1994: el crimen de Donaldo, como lo llamaban sus amigos, el 23 de Marzo, y el de José Francisco, quien será el líder de la bancada del PRI en San Lázaro, el 28 de Septiembre, fueron perpetrados por un asesino solitario, aunque en el segundo caso sí hubo autor intelectual, Manuel Muñoz Rocha, quien nunca fue detenido por las autoridades. En ambos casos la sombra de la duda sigue vigente, mucho se ha dicho y escrito al respecto.

El 5 de Junio de 2012 se estrenó en el complejo comercial “Perisur” de la Ciudad de México la película “Colosio: El Asesinato” escrita y dirigida por Carlos Bolado; soportada en parte del expediente del caso que es público, en la cual liga los dos crímenes, sugiriendo que el de José Francisco, padre de Claudia Ruiz Massieu, actual secretaria General del Comité Ejecutivo Nacional y primer lugar en la lista de candidatos platinominales al Senado, se debió a que éste descubrió quiénes orquestaron los hechos ocurridos en Lomas Taurinas.

El 23 de Noviembre, ocho meses después de lo ocurrido en Baja California, Mario Ruiz Massieu, enfundado en su cargo de subprocurador General de la República y como encargado de la investigación del crimen de su hermano, renunció a estas posiciones y acusó a su partido y personajes que siguen vigentes en la entidad: Ignacio Pichardo Pagaza y Humberto Benítez Treviño.

“El pasado 28 de Septiembre una bala mató a dos Ruiz Massieu; a uno le quitó la vida y a otro le quitó la fe y la esperanza de que en un gobierno priista se llegue a la justicia. Los demonios andan sueltos y han triunfado”, aseveró en aquella controvertida conferencia de prensa.

Acusó que el dirigente nacional del PRI, Ignacio Pichardo Pagaza, ex gobernador mexiquense, obstaculizó la investigación y su jefe en la Procuraduría General de la República era Humberto Benítez Treviño, actual presidente de la Fundación UAEMéx.

Mario Ruiz Massieu estuvo preso en Estados Unidos y finalmente se suicidó el 15 de septiembre de 1999, pero de aquél discurso del candidato presidencial Donaldo Colosio a la fecha poco cambió en cuanto a la respuesta del PRI en los 24 años siguientes a los asuntos que le preocupaban a este personaje.

“No queremos candidatos que, al ser postulados, los primeros sorprendidos en conocer su supuesta militancia, seamos los propios priístas”. ¿A poco no sigue imponiendo el PRI candidatos producto del “amiguismo, “junior´s”, sin arraigo social?

“Yo veo un México de campesinos que aún no tienen las respuestas que merecen. He visto un campo empobrecido, endeudado, pero también he visto un campo con capacidad de reaccionar, de rendir frutos si se establecen y se arraigan los incentivos adecuados”. A 24 años de aquella reflexión, crece la expulsión de campesinos hacia la unión americana, se mantienen las cifras de rezagos y cada vez es menos negocio dedicarse al campo.

“Veo a ciudadanos angustiados por la falta de seguridad, ciudadanos que merecen mejores servicios y gobiernos que les cumplan”. Ni qué decir en este tema.

“Es la hora de crecer sin perder la estabilidad financiera y de precios. La economía más allá de metas técnicas tiene que estar al servicio de los mexicanos”. La economía tiene estabilidad y los precios no afectan a los habitantes, dice el gobiernoen turno de Enrique Peña Nieto.

“Yo veo un México con hambre y con sed de justicia; un México de gente agraviada. De gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales”. En fin, se recuerda hoy a Colosio y con él no puede olvidarse que 1994 tuvo hechos políticos y de sangre con un aparente móvil atroz para los mexicanos.