Un día como hoy pero de 2021, un trabe de la Línea 12 del metro colapsó, quitándole la vida a 26 personas y dejando al menos 70 lesionados; más de un millar de afectados y un luto nacional.
Tras doce meses del siniestro no hay responsables. No hay personas procesadas ni detenidos por la catástrofe. Durante la conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló la importancia de deslindar responsabilidades y reparar los daños.
El mandatario federal afirmó que desde el principio de la tragedia, las autoridades de la Ciudad de México, en particular la jefa de gobierno, han tenido comunicación con los familiares de las víctimas, y destacó que el empresario Carlos Slim –cuya empresa fue la encargada de construir el tramo siniestrado— haya asumido la responsabilidad para reedificar la obra sin costo al erario público y asumiendo los gastos.
La jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, emitió un mensaje en sus redes sociales.
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La tragedia
Alrededor de las 22:25 horas del 3 de mayo de 2021 una trabe colapsó en la interestación Olivos-Tezonco, con dirección a Tláhuac. Servicios de emergencia arribaron al lugar para proteger a los lesionados; sin embargo, la magnitud del siniestro generó que vecinos auxiliaran en el rescate.
A las pocas horas, el gobierno de la CDMX informó que había 23 fallecidos, hasta ese momento, cifra que aumentó a las pocas horas. La búsqueda de los desaparecidos comenzó a prolongarse. La línea 12 fue cerrada de forma indefinida para realizar reparaciones y peritajes.
La tragedia en la línea 12 del metro. / Fotos: Jesús Mejía
La obra
La obra, construida durante el gobierno de Marcelo Ebrard en 2007, fue adjudicada al consorcio ICA-Alstom-Carso por 15 mil millones de pesos; entonces, Mario Delgado, actual dirigente de Morena, encabezaba la Secretaría de Finanzas del Distrito Federal. El viaducto elevado fue construido en su parte de concreto por la empresa ICA, mientras que el tramo de acero y concreto lo realizó Carso.
Este tramo, también llamado Línea Dorada, tuvo un costo de 26.000 millones de pesos (unos 1.200 millones de dólares) y tiene una longitud de 24,5 km. Une el oeste con el este de la capital.
La vía fue inaugurada el 30 de octubre de 2012 por el actual canciller mexicano, quien hoy es visto como un potencial candidato del oficialismo de izquierda en las elecciones presidenciales de 2024.
De acuerdo con Excélsior, desde el inicio de operación, el 30 de octubre de 2012, se detectaron vibraciones en el viaducto elevado, con mayor intensidad en el tramo de acero, ocasionadas por el paso de los trenes de rodadura férrea.
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Desde el inicio de las operaciones se detectó un desgaste en las vías y en las ruedas de los trenes, por lo que el gobierno capitalino ya encabezado por el sucesor de Ebrard, Miguel Ángel Mancera, decidió suspender el servicio en 12 estaciones en marzo de 2014.
Un estudio de la empresa Systra, encargado por el gobierno de Mancera, concluyó que había problemas en el diseño, operación y mantenimiento de las vías.
En 2015, ante una comisión investigadora del Congreso, Ebrard se desvinculó de las fallas.