El Oro, México; 12 de julio de 2018. El Mogote es una pequeña comunidad de El Oro, municipio con rango de Pueblo Mágico, su población no supera los mil habitantes y está situada justo en los límites donde convergen el Estado de México y Michoacán.
Sus caminos aún son de tierra y sus viviendas cuentan apenas con lo más elemental. El 40 por ciento de su población es indígena y sólo el 1.92 por ciento de los habitantes tienen una computadora personal, según el último censo.
Sus habitantes se dedican a actividades agrícolas y el paso del tren no le ha ayudado en nada. Las vías férreas parten en dos al caserío y se pierden bordeando una cañada de unos 2 mil metros de largo, donde no hay nada. No hay nada hasta que uno se asoma y observa la estructura de un parque o algo que parece serlo y que contiene una tirolesa, una serie de escaleras para bajar y arriba, en lo más alto, una serie de cabañas de descanso en abandono completo. Llegar a esas casas, cercadas por estacas de madera, la mayor parte podridas, se logra cruzando un puente vetusto, en condiciones de pudrición. Nadie pasa por ahí, ni siquiera los habitantes porque no hay nada que valga la pena.
Las cabañas fueron construidas por el ayuntamiento de El Oro y el gobierno del Estado de México porque aunque el paisaje es árido, El Mogote es un lugar ideal para contemplar la naturaleza y practicar deportes de aventura.
Para impulsar el turismo o por lo menos con esa intención pública el gobernador Eruviel Ávila entregó, entre 2014 y 2015, tres millones 994 mil 558 pesos para rehabilitar y construir cinco cabañas, una tirolesa, un puente colgante, un andador, empedrar el acceso, construir baños públicos y dotar de equipo de rapel a ese parque.
Pero a cuatro años de su estreno las cabañas están prácticamente abandonadas, descuidadas y sin uso. Y aunque están a unos metros del puente colgante -situado a decenas de metros de altura,- no han logrado tener el impacto esperado.
Se trata de cabañas de unos 15 metros cuadrados, cuyas puertas miran hacia la cañada. Todas tienen todos los servicios y una primera intención del gobierno señalaba que se podría llegar en bicicleta o hasta caminando, para que se fomentara el ecoturismo. Pero las cabañas están abandonadas y nadie acude a la cañada.
Sólo un pequeño andador, un empedrado, la delimitación del área de cabañas, la construcción de la administración y los sanitarios públicos fueron facturados por la administración del entonces alcalde Rogelio Garnica Saldívar, en un millón 999 mil 168 pesos, como lo exhibe el contrato; HAO/DOPyDU/PM/ICMTP/-002/2015, en poder de Alfa Diario. Se trató de la segunda etapa de los trabajos de Alternativas Turísticas Sustentables y que según el contrato fueron realizados por la empresa Equiconstructora Sociedad Anónima.
Mientras que el contrato con folio HAO/DOPyDU/CIOP/PM/ICMTP-0002/2014, da a conocer que la primera etapa del proyecto, que incluyó la construcción de cinco cabañas, tirolesa, puente colgante y rapel se invirtieron un millón 999 mil 390 pesos.
Los trabajos también fueron entregados vía invitación restringida a la empresa Equiconstructora Sociedad Anónima, representada por el C. Francisco Javier Venancio Ramírez.
En 2011 el municipio de El Oro recibió el rango de Pueblo Mágico y desde entonces los gobiernos federal y estatal han destinado recursos para impulsar el turismo, los trabajos en la comunidad de El Mogote formaron parte del Programa de Desarrollo Regional Turístico, impulsado por ambos gobiernos.