Es urgente revisar los protocolos de seguridad en las escuelas, así como poner atención especial en la salud mental de los jóvenes, afirmó Víctor Torres Meza, director de servicios epidemiológicos de la Secretaría de Salud del Estado de México. Lo anterior a propósito de la agresión de un estudiante de la Preparatoria 2 de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) hace unos días y de los hechos ocurridos en Nuevo León donde un adolescente abrió fuego contra sus compañeros y su profesora en enero pasado.
El especialista señaló que es necesario acudir al psicólogo o al psiquiatra por lo menos una vez al año para detectar conductas anormales. Informó que los adolescentes de 10 a 19 años son quienes menos demandan servicios de salud; sin embargo, son quienes registran más padecimiento de salud mental como trastorno bipolar y depresión. Uno de cada cinco adolescentes, puntualizó, presentan dichas enfermedades.
“Los adolescentes tienen una circunstancia muy especial, están viviendo cambios entre niños y adultos en términos físicos y emocionales…” El especialista llamó a los padres de familia a estar alerta ante los síntomas de este tipo de padecimientos: “Cambio del estado de ánimo en el entorno familiar, irritabilidad frecuente, sentimientos de tristeza o melancolía, episodios de enojo constantes, el joven es muy sensible a la crítica, no disfruta o se niega a realizar las actividades familiares, descuido en su arreglo personal, además de los síntomas médicos; se queja de dolores de cabeza, dolor abdominal, retraimiento, se siente cansado durante gran parte del día …”.
Afirmó que es vital que los jóvenes y ahora también los niños realicen actividades recreativas y deportivas, para evitar que permanezcan demasiado tiempo en teléfonos celulares, tabletas y computadoras, que puedan incidir en sus comportamientos, especialmente si forman parte de grupos radicales o que inciten a la agresión.
Señaló que la comunicación en el entorno familiar es fundamental y dijo que no se deben minimizar circunstancias que pueden detonar en enfermedades mentales tales como la separación de los padres, malas calificaciones, rupturas amorosas, autoestima baja, pérdida de ingresos, dificultad para socializar, entre otros.
Torres Meza explicó que el consumo de cigarro y de alcohol a edades tempranas en los jóvenes detona en este tipo de padecimientos, más que en aquellos que no sufren adicciones. Finalmente comentó que de no tratarse a tiempo y de manera óptima, los padecimientos mentales pueden derivar en suicidios u homicidios.
Otros datos:
· Los trastornos mentales no forman parte de los 25 padecimientos básicos en demanda de servicios de salud.
· Integrantes de familias disfuncionales son susceptibles de conductas agresivas.
· En zonas urbanas de la entidad es donde más se presentan los padecimientos mentales.