Ahora resulta que los políticos le tiran a los ciudadanos

Ahora resulta que los políticos le tiran a los ciudadanos
Ha sido poco estudiado y explicado por qué en esta elección de gobernadora del Estado de México algunos (muchos) ciudadanos no votaron

En lo que pudiera catalogarse como el colmo de la soberbia o el cinismo, diversos actores políticos culpan ahora a los ciudadanos de la derrota del PRIAN-PRD por no votar.

El fenómeno del abstencionismo se puede considerar multifactorial. El abanico de posibilidades se propicia aún más porque en México el votar tiene una característica dual, es una obligación cuyo incumplimiento no se sanciona, pero también es un derecho.

Lloriquear por los rincones como la muñeca fea justificando que se hubiera ganado si se hubiese presentado una mayor participación no tiene sustento alguno, porque no se cuenta con ningún estudio serio que así lo acredite.

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Por el contrario, todo indica que la distribución de esos hipotéticos votos hubiese tenido una distribución proporcional entre las contendientes.

Participación ciudadana

Ha sido poco estudiado y explicado por qué en esta elección de gobernadora del Estado de México algunos (muchos) ciudadanos no votaron. Van cinco consideraciones que pudieron incidir:

  • 1.- El IEEM incumplió con una de sus funciones principales, al no dar a conocer oportunamente cuándo se llevaría a cabo la elección y no motivar la participación ciudadana. Hasta en sus propias expectativas fallaron.
  • 2.- Los partidos, con sus estrategias de guerra sucia y fake news, propiciaron el desánimo y hasta el hartazgo en los ciudadanos.
  • 3.- La estrategia pragmática de las élites de los partidos no fue bien calificada por sus simpatizantes, lo cual explicaría también, por ejemplo, por qué disminuyó notoriamente la votación en favor del PAN en comparación con el 2017. Los panistas no se sintieron representados por una candidata que personificaba todo aquello que habían combatido.
  • 4.- En una entidad donde, según el Coneval, cerca del 20% de la población tiene un ingreso inferior a la línea de pobreza extrema, no es difícil imaginar que a este segmento lo que menos le preocupa es ir a votar, sino sobrevivir.

En esta misma línea de pensamiento, más del 60 porciento de la población mexiquense tiene un ingreso inferior a la línea de pobreza. Para quienes además laboran en un empleo informal –por ejemplo un tianguis– resulta difícil empáticamente reclamarles por qué no abandonaron su puesto en domingo para ir a votar.

  • 5.- Los escándalos de corrupción, como el publicado en el periódico inglés The Guardian, de miles de millones de pesos, indudablemente impactan en el ánimo de los posibles votantes. Prueba de ello es que a pesar de todo el dinero despilfarrado por el PRI en propaganda, antes incluso del inicio legal del proceso electoral, este solo incrementó aproximadamente treinta y cinco mil votos la cifra que alcanzó en 2017. Ese es el resultado de la evaluación ciudadana de un gobierno.

Si en lugar de meter miedo y amenazar a servidores públicos y beneficiarios de programas sociales, los responsables se hubieran dedicado a trabajar, otro gallo les cantara. Sin embargo, el nivel de sensibilidad y de conciencia explica que ahora resulte que los políticos le tiren a los ciudadanos.