Alerta Encinas sobre debilidad del peso

El Senador  Alejandro Encinas Rodríguez calificó de irresponsables las declaraciones del titular del Ejecutivo Federal, Enrique Peña Nieto, quien definió como “positivo”, el aumento del tipo del cambio del dólar, que se posicionó este lunes 17 de agosto en 16.77 pesos. Sin embargo, menciona el legislador por el Estado de México, el titular del Ejecutivo […]

El Senador  Alejandro Encinas Rodríguez calificó de irresponsables las declaraciones del titular del Ejecutivo Federal, Enrique Peña Nieto, quien definió como “positivo”, el aumento del tipo del cambio del dólar, que se posicionó este lunes 17 de agosto en 16.77 pesos.

Sin embargo, menciona el legislador por el Estado de México, el titular del Ejecutivo no está considerando que el gobierno chino devaluó su  moneda como parte de una estrategia económica y política sustentada en las expectativas del mercado. Asimismo, el gobierno chino tiene la intención de convertir su moneda en parte de las reservas que administra el FMI.

De acuerdo a especialistas en la materia, la intención de la depreciación de la moneda china es ajustar a la baja el precio de las exportaciones y prepararse para la posible guerra de devaluaciones, principalmente en Asia (Japón y Corea).

Por lo que toca a Estados Unidos, abundó el Senador Encinas Rodríguez,  el dólar tiene ahora una apreciación adicional frente a la moneda del principal país del que importa mercancías. Cualquier apreciación adicional por la vía de las tasas acrecentará el déficit comercial.

En México, la situación se torna adversa, advierte el Senador, el Banco de México ha subastado cientos de miles de dólares para apoyar al valor del peso, sin resultados efectivos. Se sabe que la depreciación será aún mayor y que habrá más inflación y altas tasas de interés. Los efectos de la debilidad del peso frente al dólar comenzarán a sentirse en la segunda mitad del año de 2015 y se verán reflejados en los sectores que dependen en buena medida de las importaciones, como es el caso del sector alimentario, alertó el director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz.

Por otro lado, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el encarecimiento de la moneda estadounidense, que comenzó su tendencia a la alza en septiembre de 2014, parece estar teniendo un efecto en las importaciones de productos agropecuarios que se pagan en dólares, las cuales cayeron 9.5 por ciento en los primeros cinco meses del año frente al mismo lapso de 2014.

Asimismo, este organismo, en los primeros cinco meses de 2015, la importación de alimentos como carne, leche y sus derivados, huevo, frijol, pimienta, chiles o pimientos secos, trigo, maíz, arroz, sorgo y algodón, entre otros, registró un monto de 4 billones 697 mil dólares, una caída de casi una décima parte frente a los 5 billones 196 mil dólares registrados entre enero y mayo del año pasado.

En este caso la devaluación y su efecto inflacionario tienen que ver con el alto contenido importado de la producción, incluyendo las mercancías que se exportan. Por el lado del turismo, que es el ancla del discurso peñanietista, aquellos que más gastan compran sus viajes en dólares o en euros y esa actividad está constreñida a los lugares relativamente con mayor seguridad pública, situación que pone a México en desventaja.

Finalmente, el Senador Encinas Rodríguez  mencionó que desafortunadamente la política económica está marcada por la fuerte caída de los ingresos petroleros, la devaluación genera más recursos para el fisco pero desaparece de los bolsillos de los mexicanos que difícilmente están comprando la canasta básica. Lo que vivimos en México contrasta con las decisiones que expresamente se toman en otros países para gestionar los ajustes económicos derivados de los desequilibrios globales y las presiones financieras que resultan de las condiciones productivas y fiscales.

La decisión de devaluar depende de instrumentos financieros bien definidos, que permitan solventar la crisis, en México, las decisiones tomadas por los funcionarios han provocado una mayor inestabilidad financiera, desequilibrios en la estructura de la producción y de la distribución del ingreso, ahondando algunos de los principales problemas que aquejan a México, la pobreza y desigualdad social, el desempleo y la economía informal, la falta de oportunidades y la caída de la calidad de vida de los mexicanos.