Toluca, México; 30 de julio de 2018. Los vecinos de Tres Caminos despertaron consternados por la explosión de un camión de transporte de combustible en la intersección de la carretera Toluca-Atlacomulco con la avenida Alfredo del Mazo. Los residentes salieron de sus casas cerca de la 1:30 de la mañana para darse cuenta que una flama colosal se extendía con rapidez sobre el puente vehicular de la carretera Toluca-Atlacomulco; creyendo que se trataba de una accidente automovilístico, los vecinos miraron el arribo de ambulancias y bomberos, mientras al menos tres explosiones sacudían el pavimento.
Después de una hora de labores por parte de los bomberos, habitantes de la zona contemplaron las vías del tren que se encontraban en pésimas condiciones, el terror invadió a los presentes, mientras los cadáveres de palomas decoraban la vía pública. Vecinos relataron que los bomberos hicieron lo posible para sofocar las impetuosas llamas que cubrían lo que fuera un camión de redilas; no obstante el trabajo de los paramédicos, el conductor fue alcanzado por el fuego antes de intentar salir del tráiler y murió en el lugar.
Esta mañana, curiosos y transeúntes miraron los estragos del incendio: el puente quedó abrasado por las llamas, los postes de luz se dañaron por el fuego y el olor a combustible penetraba hasta las entrañas; parecía que las llamas aún seguían con vida, el arsénico era el aroma más repugnante del lugar. El asfalto lleno de cenizas albergaba los cuerpos calcinados de las aves que habitaron el puente. Al menos 60 metros de vía ferroviaria resultaron afectados, de acuerdo a las declaraciones de los trabajadores de Kansas City Southern, quienes retiraron la madera calcinada de las vías férreas para habilitar el paso del tren que cerca de las 10 de la mañana transitó con normalidad en el lugar.
Comerciantes que se colocaron bajo el puente el día de hoy se mostraron sorprendidos al ver que el piso se tiñó de negro, no creían que un incendio hubiera azotado la zona en la madrugada de hoy. Automóviles transitaban con normalidad, miraban sorprendidos la estructura del puente que ya no portaba su color claro característico. Los vecinos que tuvieron la oportunidad de presenciar la catástrofe de la madrugada se miraban afligidos, no creían cómo todo se había reducido a cenizas.
Vecinos lamentaron la pérdida de un desconocido, quien fuera conductor de vehículo que trasportaba gasolina en la madrugada, pero agradecieron que no hubiese habido más víctimas que lamentar por el incidente. El día continuaba con normalidad, las avenidas mostraban el flujo vehicular cotidiano, la zona no estaba acordonada, no había elementos de seguridad pública, sólo quedaron las cenizas y el trago amargo del que fuera un 30 de julio turbulento.