Amplía Hillary Clinton su ventaja sobre Donald Trump

  Las Vegas, Nevada.- El tercer y último debate entre los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, resultó tenso. Como ocurrió en el segundo debate, los candidatos comenzaron su tercer debate sin siquiera saludarse ni estrecharse la mano al inicio del evento. Cada uno […]

 

Las Vegas, Nevada.- El tercer y último debate entre los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, resultó tenso.

Como ocurrió en el segundo debate, los candidatos comenzaron su tercer debate sin siquiera saludarse ni estrecharse la mano al inicio del evento. Cada uno fue directo al pedestal que tenían asignado.

Los contendientes llegaron al Thomas & Mack Center de la Universidad de Las Vegas, en condiciones disímbolas, si bien ambos han sido señalados por una serie de errores, la demócrata se encuentra arriba en los sondeos y, de acuerdo con encuestas realizadas al término del enfrentamiento que sostuvieron, sigue en ascenso.

La primera pregunta versó sobre la vacante en la Corte Suprema. Los dos candidatos apelaron aquí a su propio electorado, con un tono sobrio pero Hillary Clinton señaló que “la Corte Suprema debe estar de lado de la gente y no de las empresas poderosas, debe actuar a nombre de los derechos de la mujer y la comunidad LGBT”.

La segunda pregunta fue sobre la segunda enmienda y el derecho a portar armas. Clinton dijo que quiere una reforma, “hacer una regulación de sentido común”,  a lo que Trump respondió que “nosotros no queremos jueces que dañen la segunda enmienda” y dijo contar con el apoyo de la Asociación Nacional del Rifle.

El tema de inmigración los divide. Trump dijo que “necesitamos fronteras fuertes” contra la inmigración ilegal y contra las drogas y habló de que construirá el muro y echará a todos los capos de la droga del país; Clinton sostuvo: “yo no quiero separar familias ni ver una fuerza de deportación” como la que propone Trump, e hizo una analogía subliminal con el nazismo al señalar que su contrincante pretende subir a los ilegales a trenes para deportarlos.

Sobre el aborto, Trump dijo que quiere devolver la decisión sobre este derecho a los estados. Hillary aseguró que hay que "dejarles este derecho a las mujeres".

Otro de los momentos más duros fue el intercambio sobre las recientes denuncias de al menos una docena de mujeres que acusan a Trump de haberse propasado sexualmente con ellas.

Trump insistió en que todo es mentira y acusó a Clinton de estar detrás de las mujeres que lo han denunciado.

"Es la única manera. Esas historias son totalmente falsas, ni siquiera le pedí perdón a mi mujer porque no hice nada, no las conozco, quieren fama o fue su campaña (la de Clinton) la que lo hizo".

El primer asunto sobre el que debatieron fue su interpretación de la Constitución y la nominación del próximo juez de la Corte Suprema, que tiene una vacante desde la muerte del juez Anthony Scalia.

En el debate salió a relucir la cara más agria de los dos principales aspirantes a la Casa Blanca.

Clinton acusó a Trump de ser una marioneta del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el republicano le respondió que la marioneta es ella.

Al final a Trump se le preguntó si reconocería la victoria de Hillary Clinton en las elecciones, a lo que respondió: "Lo veré en su momento, mantendré el suspenso".

La candidata del Partido Demócrata respondió incrédula: "Estoy consternada que alguien que es el candidato de uno de nuestros dos principales partidos pueda tener esa postura".

Las elecciones tendrán lugar el próximo 8 de noviembre, aunque en algunos estados ya está en marcha el voto anticipado y por correo.