El futbolista internacional uruguayo Luis Suárez llegó el viernes al máximo tribunal deportivo para apelar su sanción por morder a un oponente durante la Copa del Mundo.
El delantero, recientemente incorporado al Barcelona, no habló con la prensa a su llegada al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) con sus abogados.
Los abogados de la FIFA también declinaron hacer comentarios al llegar al tribunal.
Suárez intenta persuadir al panel de tres miembros que reduzcan su suspensión de cualquier actividad futbolística por cuatro meses y nueve partidos de la selección nacional Uruguay en competiciones oficiales.
"Debemos mantener un optimismo controlado por respeto al panel", dijo Daniel Cravo, abogado de la federación uruguaya.
El tribunal anticipó que espera emitir un fallo la semana próxima después que la FIFA aceptó el pedido de Suárez de un proceso acelerado.
Barcelona comienza su temporada de la liga española en dos semanas. La sanción de la FIFA se extiende hasta el 25 de octubre, y le prohíbe a Suárez entrenarse con sus compañeros del Barcelona.
Suarez admitió haber mordido en el hombro al defensor italiano Giorgio Chiellini durante la victoria 1-0 de Uruguay en Natal durante el Mundial de Brasil.
Debido a la admisión de Suárez, su equipo legal probablemente no cuestionará el hecho.
"Lamento profundamente lo que ocurrió", escribió Suárez en Twitter el 30 de junio, días después que la FIFA anunció las sanciones. Admitió que "mi colega Giorgio Chiellini sufrió el resultado físico de un mordisco en el choque que tuvo conmigo".
En cambio, los abogados de la asociación del fútbol uruguayo y del Barcelona deberían tratar de convencer a los tres miembros del panel que las sanciones son demasiado severas.
El grupo que congrega a los sindicatos de futbolistas, FIFPro, criticó la prohibición de cuatro meses como una violación al derecho al trabajo.
Suárez se ha entrenado solo con la ayuda de un entrenador privado mientras no puede practicar con Barcelona y ni siquiera entrar en el estadio de su nuevo club.
La FIFA permitió a Suárez que se sometiera a un examen físico para completar su transferencia del Liverpool a Barcelona el mes pasado con un contrato por cinco años. Se dice que el pase costó 75 millones de libras (126 millones de dólares). Pero no se permitió a Barcelona a presentar públicamente a su nueva adquisición.
La prohibición por nueve partidos internacionales supera por uno la que la FIFA impuso al defensor italiano Mauro Tassotti, en la Copa Mundial de 1994, por aplicar un codazo a un adversario español en cuartos de final. El árbitro no lo había advertido durante el partido.
Suárez cambió su versión de lo ocurrido. Primero había negado haber mordido a Chiellini, según dijo en una carta del 25 de junio a la audiencia disciplinaria de la FIFA. Dijo que después del impacto "perdí el equilibrio… y caí encima de mi adversario".
El comité disciplinario justificó su fallo en que Suárez no había manifestado remordimientos ni conciencia de que hubiese cometido una trasgresión, y rechazó la propuesta de suspensión por seis partidos internacionales.
El presidente de la FIFA Joseph Blatter sugirió más tarde que el panel disciplinario tuvo en cuenta otros dos adversarios mordidos por Suárez cuando jugaba para Ajax en 2010 y para Liverpool en 2013.
(Con información de AP)