Con 76 votos a favor, 44 en contra y tres abstenciones, el pleno del Senado de la República aprobó la mañana de este viernes la propuesta de la Ley de Seguridad Interior, con la que se pretende regular el actuar de las Fuerzas Armadas en labores de patrullaje y seguridad pública, a pesar de los diversos posicionamientos en contra de las organizaciones de la sociedad civil y de organismos internacionales.
La votación se realizó la mañana de este viernes. Alrededor de las 3:00 am. los senadores avalaron en lo general la propuesta de ley, con 10 reformas al escrito original introducidos en respuesta a las propuestas y recomendaciones de la sociedad y de los organismos internacionales; la aprobación en lo particular se realizó a las 6:00 am., con los votos del PRI, el PVEM y parte del PAN. En contra votaron el PT, PRD, MORENA y el resto del PAN
La nueva legislación será regresada a la Cámara de Diputados con las reformas realizadas para que sea aprobada antes de que culmine el periodo ordinario de sesiones. Entre las reformas hechas por el Senado, destacan la adición de un artículo que establece que los presidentes municipales y gobernadores, donde los militares tengan presencia, tendrán 180 días hábiles para presentar un proyecto para el fortalecimiento de las policías locales.
La intervención de las Fuerzas Armadas en estados y municipios no se podrá extender por más de un año. El presidente podrá prorrogar presencia militar si persiste la amenaza a la seguridad interior. La ley establece que los actos realizados por los militares se apegarán al respeto de las garantías individuales de los ciudadanos.
El artículo 8 establece que “las movilizaciones de protesta social o las que tengan un motivo político-electoral que se realicen de conformidad con la Constitución, bajo ninguna circunstancia serán consideradas como amenazas a la seguridad interior, ni podrán ser materia de declaratoria de protección a la seguridad interior”.
El 22 agrega que el presidente designará a la autoridad civil a propuesta del Secretario de Gobernación cuando no sean necesarias las Fuerzas Armadas en las labores de seguridad en determinada zona del país.
Así, la nueva Ley de Seguridad Interior deja a merced de la “buena voluntad” de los titulares de las Fuerzas Armadas y del presidente de la república la seguridad de más de 110 millones de mexicanos.