Por: Mariana Gomez
Ante lo que consideran como “inacción de las autoridades sobre los feminicidios y la desaparición forzada en el país”, familiares de las víctimas de estos crímenes y colectivos feministas que mantienen tomadas las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) arrojaron a la calle los pocos expedientes que se encontraban en este espacio.
Fabiola Alanís, titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) y representantes de la Secretaría de Gobernación (Segob) visitaron las instalacines de la CNDH para entablar un diálogo con quienes ahora habitan ese edificio.
En un primer momento, ambas partes hablaron la posibilidad de colocar afuera de dicho edificio una mesa de atención a familiares y víctimas de violencia, para darle caras a los casos y humanizar procesos.
Yesenia Zamudio, madre de Marichuy, víctima de feminicidio en 2016, y coordinadora de voceras del Frente Nacional de Colectivos de Familiares de Feminicidio, desaparición forzada y otro tipo de delitos, abogó por que el gobierno financie el traslado de estas miles de víctimas a CDMX para que la fiscalía correspondiente atienda y dé seguimiento a las denuncias.
Sin embargo, después de argumentar que no se le quería escuchar, Yesenia se negó a seguir el diálogo y cerró su intervención diciendo que la Segob no ha hecho nada por las madres de las mujeres asesinadas; también pidió que no la subestimaran y solicitó que los representantes oficiales llevarán cajas para trasladar los expedientes que aún permanecían dentro.
Además llamó a las autoridades a desocupar el edificio por completo, para que pueda ser convertido en un refugio para las familias y víctimas de violencia, así como para las mujeres que han sido golpeadas y despojadas de sus hogares.
Se han puesto en subasta diferentes cuadros intervenidos, uno de ellos, y el más famoso, es el retrato de Francisco I. Madero, redecorado por la hija de Erika Martínez, una niña de 11 años que fue abusada sexualmente cuando tenía siete
Según la vocera del Frente Nacional, así se está habitando ese espacio ahora.
Para financiar la estancia, fue instalado un pequeño bazar donde integrantes de diferentes organizaciones comercializan algunos productos y reciben donaciones de la población. También se han puesto en subasta diferentes cuadros intervenidos, uno de ellos, y el más famoso, es el retrato de Francisco I. Madero, redecorado por la hija de Erika Martínez, una niña de 11 años que fue abusada sexualmente cuando tenía siete.
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De acuerdo con una integrante del colectivo feminista, hasta ahora la pieza más cara es el retrato de Madero que se cotiza en 50 mil pesos, seguido de uno retrato de Benito Juárez que cuesta 25 mil; mientras que el más barato se valúa en 10 mil pesos. Lo que se obtenga de la subasta se utilizará para las necesidades de este frente nacional de colectivos de familiares de feminicidio y desaparición forzada y otros delitos.