Brote en Tlalnepantla, entre la falta de insumos y la versión oficial

Las versiones respecto al brote de contagios por COVID-19 que reportó el personal médico de este hospital no concuerdan con lo dicho por las autoridades del IMMS

Foto: Jesús Mejía

Más de 30 trabajadores y residentes del Hospital General Regional núm. 72, del IMMS, en Tlalnepantla, están infectados por COVID-19, ya que el personal asegura que el brote fue intrahospitalario; de acuerdo con un censo realizado por el personal sanitario de esta unidad, enfermeras y médicos, los casos podrían ser hasta 50 o más. Residentes, enfermeras, médicos especialistas, camilleros y técnicos contagiados, ya han recibido su incapacidad.

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El tema ha adquirido relevancia después de que en la conferencia matutina del ocho de abril una reportera preguntara a Zoé Robledo, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, acerca de los contagios que denunció el personal de salud del HGR núm. 72, “hay 20 doctores confirmados, pero no porque se haya iniciado el brote en el hospital”, aseguró el funcionario. Horas más tarde, el IMSS emitió un comunicado para decir que “hasta el momento se [habían] registrado 19 casos positivos a COVID-19”.

En ese mismo documento el IMSS negó la existencia de un brote hospitalario como consecuencia del contacto por pacientes: “el contagio se originó en el exterior, entre personal que no labora en zona de atención COVID-19, y que no tienen como función estar en contacto con pacientes sospechosos”.

Sin embargo, personal de enfermería que trabaja en el quinto piso, destinado a la atención geriátrica, confirmó, en entrevista para nuestro medio, que hace un par de semanas ingresó a dicha área un paciente por insuficiencia renal que resultó positivo para COVID-19. No obstante, las autoridades del HGR negaron el caso y lo mantuvieron en esa zona, en una habitación con seis enfermos más.

Cuando por fin lo trasladaron a la zona cero (piso 2), el paciente murió. Dos de las personas con quienes compartió habitación en el área de geriatría ya habían sido trasladadas a la zona COVID-19 desde una semana atrás.

Respecto a los 19 casos positivos que confirmó el IMSS, el comunicado señala que “los trabajadores confirmados y sus contactos de sospecha están en supervisión. Desde el pasado 27 de marzo no laboran en la unidad hospitalaria, en seguimiento al protocolo”. Sin embargo, el personal médico, denuncia que otros de sus compañeros, a pesar de presentar la sintomatología asociada al coronavirus y de haberlo reportado a las autoridades del hospital, debieron de continuar laborando.

Uno de estos trabajadores de la salud, quien debió seguir trabajando pese a presentar la sintomatología hasta el pasado siete de abril, confirmó en entrevista para este medio que, a pesar de haber reportado a las autoridades tener síntomas y malestares típicos del COVID-19 desde el 31 de marzo, no fue atendida en su propio hospital, aun siendo personal sanitario. Es más, la enviaron a su clínica familiar donde el diagnóstico fue un cuadro de gripe; ahí le dieron siete días de incapacidad, paracetamol y loratadina. Sin embargo, el siete de abril, cuando se reincorporó al HGR núm. 72, su sitio de trabajo, los síntomas se habían agravado: “ese día me mandaron ya a urgencias de la 72 y me dicen que es una faringitis bacteriana, pero que vaya a mi clínica para ver si me dan incapacidad”.

La enfermera lamenta la falta de respaldo en sus actividades y expresa que sí intentaron arreglar las cosas de manera interna, pero no hubo respuestas ni material ni nada

Mientras tose, describe que durante esa jornada persistieron la fiebre, la tos, el dolor de cuerpo, de cabeza, de pecho, escurrimiento nasal “y mi esposo decidió llevarme al particular que me dijo que es muy sospechoso de covid”.  Este día se haría la prueba en un laboratorio privado.

En la entrevista, este miembro de la plantilla del HGR núm.72 confirma que en su hospital casi no hay insumos y los pocos que hay se reparten entre quienes laboran en la zona cero o área COVID. También expresa que los directivos están de incapacidad por ser posibles portadores de COVID-19, “el sindicato está por las mismas, dicen que no pueden exigir más insumos de los que ya han provisto”.

A través de sus redes sociales, el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social sección V ha expresado su respaldo al personal de salud que labora en los hospitales de esta zona, además ha hecho públicos los recorridos de su dirigencia en los centros de atención hospitalaria de dicha sección, para vigilar que “se de cumplimiento a las necesidades de capacitación, acondicionamiento de las áreas asignadas y cobertura de personal, como de los equipos de protección de personal para los trabajadores que de acuerdo a las guías para la atención de pacientes de covid-19 se requieran” [sic].

Pero el panorama es distinto, de acuerdo con los testimonios de algunos de sus agremiados.

“El sindicato que se supone que nos tendría que apoyar a nosotros está básicamente del lado administrativo”, cuenta una enfermera, quien pidió mantener el anonimato por temor a represalias. Ella añade que, durante las manifestaciones realizadas a finales de marzo, los delegados sindicales amenazaron con quitarles el contrato.

Asimismo, expresa que algunos compañeros, de los turnos vespertino y nocturno, que participaron en las protestas “han sido bloqueados” por los delegados, quienes, incluso, les dijeron “si vas a hacer algún cambio o trámite, olvídalo, porque tus papeleos van a estar parados”.

La enfermera lamenta la falta de respaldo en sus actividades y expresa que sí intentaron arreglar las cosas de manera interna, pero no hubo respuestas ni material ni nada, “aparte de que no nos quisieron dar el material, ahora están diciendo que los contagios fueron externos cuando eso es una falta de ética hacia el personal de salud porque entonces queda en entredicho nuestra práctica”.

A través de una entrevista telefónica, personal médico de la zona cero (área destinada para atender pacientes con coronavirus) expresa que, además de las trabas burocráticas que presuntamente el sindicato ha ejercido contra quienes se han manifestado, las autoridades del HGR están buscando los nombres de las personas que están firmando una petición de equipo médico de protección personal, para tratar a pacientes con COVID-19: “van a empezar a rodar cabezas. Ese fue el tipo de amenazas que se hizo”, afirmó nuestra fuente.

“Doy un grito de auxilio, damos un grito de auxilio”, dice otros de los entrevistados, ya que en el Hospital General Regional núm. 72 de Tlalnepantla siguen aumentando los casos de personal médico que da positivo para coronavirus. Las autoridades ignoran la situación, “están atentando contra nuestra salud al hacer caso omiso de nuestras peticiones”, termina.