La comisión de Derechos Humanos de la ONU ha repetido que la caída del Boeing MH17 podría ser un crimen de guerra mientras el Gobierno de Ucrania aprobaba el despliegue de una misión policial para proteger a los investigadores de la catástroge del vuelo MH17.
En Ginebra la comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas criticó la situación de los Derechos Humanos en el este de Ucrania y se refierió al avión siniestrado.
Gianni Magazzeni, responsable de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos en América, Europa y Asia Central aseguró: “La Alta Comisionada ha indicado que el derribo del avión de pasajeros puede constituir un crimen de guerra. Creo que también dijo que hay una necesidad de una investigación inmediata, independiente, imparcial y eficaz”.
Mientras, aumenta una de las más graves consecuencias de los combates: la masa de población que huye de sus casas. Los desplazados forzosos son ya más de cien mil en el este de Ucrania.
Los enviados de la OSCE tuvieron que retroceder ante la cercanía de los combates entre el ejército ucraniano y los separatistas como explica el abogado suizo Alexander Hug, responsable adjunto de la misión: “Tuvimos que pararnos porque había disparos y oímos impactos de artillería cerca, muy cerca. Hemos parado el convoy, consultamos con nuestro equipo de seguridad de la República Popular Democrática de Donetsk, mientras hablábamos los disparos se acercaban. Así que entonces decidí que la Misión de Observación Especial de la OSCE retrocediera. “
El ejército ucraniano avanza hacia la zona del desastre aéreo. En las regiones de Donetsk y Lugansk se libraron durante la mañana del lunes intensos combates entre los separatistas y las tropas leales a Kiev.