La cantidad de basura electoral, durante las recientes elecciones alcanzó las 75 mil toneladas, 25% más que en las elecciones del 2018, señalan estimaciones de la organización eco urban.
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La organización preocupada por el medio ambiente presentó el pasado 20 de abril un exhorto al IEEM y a los partidos políticos para que redujeran la generación de propaganda electoral, como volantes y lonas; sin embargo, no obtuvieron ninguna respuesta ni se realizó algún pronunciamiento relacionado al tema.
De acuerdo con Derik Roa, quien preside esta organización, la cantidad de basura estimada está compuesta principalmente por lonas y volantes, que pese a tener logos de reciclaje tenían componentes plásticos. A esto se suman utensilios desechables que se emplearon principalmente en las concentraciones de campañas en el Valle de México.
“Las lonas solamente tenían el dibujo, la marca o el símbolo de que se podía reciclar pero pues no es así, los materiales prácticamente son de componentes de plástico; en los volantes pasó prácticamente lo mismo, ponían que eran biodegradables pero no tenian nada que ver con lo que marcaba en el código electoral”, explicó en entrevista.
El INE en sus Resultados del Sistema Integral de Monitoreo de Espectaculares y Medios Impresos (SIMEI) reporta en el Estado de México más de 15 mil materiales de propaganda electoral, entre ellas 9 mil 300 lonas que abarcan 132 mil metros cuadrados y 1096 espectaculares, monto relativamente bajo, derivado de informes de gastos de campaña incompletos.
Según el INE solo 3 candidatos imprimieron volantes y se elaboraron apenas 15 banderas de cinco candidatos en todo el Estado.
Con los informes poco transparentes de los aspirantes a cargos de elección popular sólo es posible hacer estimaciones de la cantidad de basura generada y observar de manera cotidiana este fenómeno.
“En estas elecciones nos estuvieron mandando fotos (…) era muy común ver en las calles la propaganda electoral tirada de todos los partidos”, explica el representante de ecourban.
También, señaló que el tema debería ser de interés para los partidos políticos, pues mucha gente estaba “fastidiada” sobre todo de la propaganda impresa.
La organización aplicó una encuesta en donde 9 de cada 10 personas estaban molestas por la propaganda impresa. Ante esto y los efectos adversos al ambiente Derik Roa concluye que el tema de la contaminación de las campañas electorales deberá seguirse tocando y como organización lo insistirán a nivel legislativo.
“En dos años vienen las elecciones a gobierno del estado y creemos que vamos a tener un aumento de la propaganda electoral, lo que es más preocupante es que cada vez va aumentando el número de lonas, muchas veces estas lonas no tiene materiales degradables o que sea de textil, sino que son componentes de plástico que ya no se pueden reciclar y que prácticamente tienen un proceso de vida de entre 60 y 120 años”, señaló.