Carta a un amor tóxico llamado Club Deportivo Toluca

Hola, Club Deportivo Toluca, te llamo por tu nombre completo porque no me nace mucho llamarte “Rojo de mi vida”, ni “mis diablos”, ni “el Toluca”. Las cosas entre nosotros no andan bien y se nota. Últimamente me ha dado por recordar. ¿Te acuellas de esa final en el 98 en la que nadie creía […]

Hola, Club Deportivo Toluca, te llamo por tu nombre completo porque no me nace mucho llamarte “Rojo de mi vida”, ni “mis diablos”, ni “el Toluca”. Las cosas entre nosotros no andan bien y se nota.

Últimamente me ha dado por recordar. ¿Te acuellas de esa final en el 98 en la que nadie creía en nosotros porque veníamos de una racha de 23 años sin dar la vuelta? Ese 10 de mayo no tuvimos madre. A pesar de las adversidades le dimos la vuelta a Necaxa e hicimos de nuestra casa un infierno y demostramos que sí se puede. O la de Atlas, ¡qué duelo!, sufrimos como nunca, pero juntos lo conseguimos.

Y así vino una época dorada: de la mano de José rompíamos récords de goleo, ganamos finales en casa y de visita. Reímos, viajamos, cantamos. Hicimos de el Águila de Colón nuestro lugar de citas perfecto. Todos hablaban de lo nuestro. Fuimos a Argentina y le ganamos a Boca Júniors en su Bombonera. Ganamos la “Concachafa” y goleamos a cuanto rival se cruzó con nosotros; ni con los siglos los del América olvidarán el 6 a 0.

Después vinieron tiempos de sequía, una baja en las alegrías. Algo normal en todas las relaciones. Se calificaba, pero hasta ahí. No llegamos a más; eso no importaba mucho porque igual te esforzabas, simplemente no se daba. Había que ser paciente y aguantar aunque fuese poquito. Para tu cumpleaños se hizo una gran fiesta. La alegría se renovó y volvimos a soñar. Con casa nueva llegamos a dos finales: de copa y liga, ambas se perdieron. Simples detalles, había que estar juntos.

Pero últimamente has estado demasiado distante. Tu indiferencia está echando a perder todo. Ya casi 10 años sin ganar nada, ni una copa molera. Solo Atlas y nosotros presumimos ese récord, hasta el Veracruz ya ganó una Copa MX, ¿y nosotros?

Me enteré recientemente que se compraron jugadores a sobreprecio, que algunos le “tendieron la cama” a los técnicos. Quisiera creer que son mentiras, que nadie se atrevería a jugar con los colores que tanto amo de esa manera. Ahora todos nos faltan al respeto, casi perdemos contra el peor Veracruz, Chivas nos dio un baile en casa y León se dio el lujo de meternos 4.

Mi fidelidad es comprobada, pero la verdad es que estoy cansado. No quiero seguir así. ¿Sabes? a pesar de la frustración, seguiré estando junto a ti como cada fin de semana. Les diré a mis amigos y familiares lo mucho que te quiero y trataré de hacer más llevadera esta agonía.

Te amo porque sé que no eres tú, son ellos.