La violencia de Atenco es uno de los casos más emblemáticos de la represión policial de la protesta en México, pero también un movimiento que ha dado paso a la reflexión general del papel del estado moderno y la partidocracia en situaciones de barbarie y masacres recientes.
¿Qué pasó en Atenco?
Durante los días 3 y 4 de mayo de 2006, agentes municipales de Texcoco de la policía del Estado de México y de la Policía Federal reprimieron brutalmente las manifestaciones de los pobladores de San Salvador Atenco.
En el operativo policial, más de 200 manifestantes, entre ellos 47 mujeres, fueron detenidos. El saldo de aquel conflicto fue de casi 300 heridos, dos jóvenes muertos y 11 mujeres torturadas sexualmente, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Antecedentes
El 22 de octubre de 2001, el presidente Vicente Fox Quesada anunciaba su más ambicioso proyecto económico: el nuevo aeropuerto de Texcoco.
Para esta obra se contemplaba la expropiación “legal” de 5 mil 400 hectáreas de tierra en tres de los más grandes municipios del oriente del Estado de México: San Salvador Atenco, Texcoco y Chimalhuacán, que afectaría a aproximadamente 4 mil 375 familias.
El gobierno pretendía pagar 7.20 pesos por cada metro cuadrado de temporal y 25 pesos en las tierras de riego, por lo que se desató un movimiento social que agrupó a los pueblos afectados, ejidatarios, agrupaciones revolucionarias y a simpatizantes del EZLN en una sola propuesta: el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT).
El 11 de julio de 2002, el FPDT realizó una protesta en un acto público del entonces gobernador Arturo Montiel, quien desplegó un operativo en el que se detuvo a cientos de integrantes del movimiento.
Sin embargo, los enfrentamientos, manifestaciones y bloqueos siguieron, hasta que, en agosto de 2002, el gobierno canceló el proyecto del aeropuerto.
Conflicto
Para 2006, el Frente de Pueblos había cobrado gran fuerza por la defensa de los predios, por lo que el 3 de mayo bloquearon la autopista Texcoco-Lechería, en apoyo a un grupo de floricultores aliados, a quienes las fuerzas de seguridad de Texcoco desalojaron, ya que en aquel entonces existía un operativo de prohibición contra el comercio informal.
Para el día siguiente, el entonces gobernador Enrique Peña Nieto ordenó la liberación de la carretera con uso de fusiles y lanzagranadas de gas lacrimógeno.
Usando machetes, piedras e incluso bombas molotov, los miembros del Frente de Pueblos intentaron repeler los ataques de los uniformados, pero fueron detenidos, incluyendo al líder Ignacio del Valle.
Tortura
Durante el trayecto hacia el Cefereso de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, oficiales golpearon y abusaron sexualmente de 11 mujeres.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) acusó al Estado mexicano por haber torturado a las 11 mujeres.
Las víctimas también sufrieron un trato denigrante por los primeros médicos que las atendieron, quienes se negaron a revisarlas, a practicar exámenes ginecológicos, así como a reportar la violación sexual, confirmó la Corte.
El responsable
El 28 de noviembre de 2018, la CorteIDH sentenció al Estado mexicano tras encontrarlo responsable de “violencia sexual, violación y tortura” contra 11 mujeres en el caso Atenco, pues incumplió con su obligación de investigar los hechos con la debida diligencia y en un plazo razonable. Asimismo, determinó que hubo afectaciones a la integridad psíquica y moral.
La investigación sigue abierta
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, además, determinó:
- Continuar e iniciar nuevas investigaciones para encontrar y sancionar a los responsables
- Indemnizar y brindar tratamiento médico y psicológico a las víctimas
- Realizar un acto público en el que reconozca la responsabilidad y pida disculpas por el caso Atenco.
- Monitorear el uso de la fuerza de la Policía Federal y del Estado de México.
- Elaborar un plan para dar seguimiento a los casos de tortura sexual
Sin embargo, a la fecha, las mujeres piden al presidente Andrés Manuel López Obrador cumplir con la sentencia.