Vaya paradoja. El peor adversario político de Morena en el Estado de México no está afuera ni enfrente…, ¡lo tiene dentro! En 2021, pagó cara la pugna interna perdiendo gobiernos municipales y la mayoría en la Legislatura local. No aprende y hoy la situación parece peor. El «higinismo» insiste en sus afanes de consolidarse como grupo hegemónico y opera —con la colaboración de Mario Delgado— para aplastar a quien se le oponga. El fratricidio está en marcha.
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La caída del régimen provoca que pus brote por todos lados. Solo así pudieron abrirse los casos en Toluca y Tianguistenco de Raymundo Martínez y Eric Moreno, a los que ahora se agregan el del Poder Judicial con el magistrado Alfredo Hernández Alemán y el de la Universidad de Chapingo con el rector Ángel Garduño García. Malas personas, abusadores, misóginos. Lo peor es que, como ellos, hay muchísimos más enquistados en los poderes públicos. Todos deberán irse, pero primero hay que identificarlos.
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Las acusaciones de la exesposa contra el magistrado Hernández Alemán son una vergüenza, pero describen muy bien al Poder Judicial y, en particular, a su presidente Ricardo Sodi, señalado como encubridor y protector de un violento abusador de mujeres. Este caso debería sacudir a ese poder que se resiste a cambiar.
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Más indignante y lamentable es la operación que se hizo desde el área de Comunicación Social del Poder Judicial —paradójicamente, dirigida por una mujer— para lavar la imagen del magistrado a pesar de la evidencia de los maltratos contra su exesposa. Usar recursos públicos para el control mediático de daños, no solo fue ruin, sino ilegal.
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Lunes de puente, pero no deberá ser excusa para ver y escuchar el podcast del Conversatorio AD con el nuevo secretario de Seguridad del Estado de México y el desafío de construir la paz en un territorio tan complejo como el nuestro. Andrés Andrade se sincera y habla, como es, sin dobleces ni miedos.