El uso de dinero en efectivo en las campañas es ostensible, cínico. Es tan poco o nulo el respeto de los partidos por la autoridad electoral que lo hacen en sus propias narices. Y en ambos bandos es muy similar. El viejo sistema de incentivos para movilizar personas a los mítines se sigue aplicando sin decoro ni recato. Pagan para que la gente asista a sus mítines, no a todos, pero sí a un buen número. Hace unos días, en Nezahualcóyotl, las filas para recibir su billete de 200 pesos después del pase de lista, todo mundo las vio. Juan Hugo de la Rosa debería ser llamado a cuentas.
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Ese tipo de operaciones de cloaca lastiman sensiblemente la reputación de ambas candidatas. Ellas deberían ser las primeras indignadas y reprobar ese tipo de tretas, porque son una simulación, un engaño, pero aún utilizan dinero de procedencia ilícita que pudo ser robado del presupuesto público o entregado por el crimen organizado. Es muy grave.
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Perversamente, desde algún sector del poder, endilgan al alcalde de Metepec, Fernando Flores, la responsabilidad del pésimo y tortuoso trabajo del reencarpetamiento de la estratégica avenida Las Torres. Quieren hacerle daño político generando irritación social. Fernando ha sabido contrarrestar, hasta ahora, los ataques. Primero, hablando directamente con la población afectada para explicar la verdad de las cosas y, segundo, gestionando con firmeza para que la Junta Local de Caminos y la empresa concesionaria cumplan. Es temporada de zopilotes.
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Hay un pequeño grupo compacto con apenas cinco integrantes, todos en puestos claves en la administración pública y por donde fluye mucho, muchísimo dinero, que se han hecho obscenamente millonarios. Como nuevos ricos no ocultan su bonanza y eso los ha delatado. La mano que roba se puede ocultar, la que gasta, no. Su caso es para terminar en prisión. En las semanas por venir se sabrá mucho sobre quiénes son y dónde están.
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En el war room de “Va Por el Estado de México” hay menos soberbia que en el de “Justos Hacemos Historia en el Estado de México”. La ventaja en las encuestas ha inflamado las ínfulas de algunos de la guardia pretoriana que cerca a Delfina. Su arrogancia es insoportable, ya se creen dueños y señores del poder. Mal empieza al que asesinan el lunes, si es así, se van a empoderar, hay que pensarlo bien.