La Secretaría de Movilidad del Estado de México calcula que de las 168 mil concesiones que hay en la entidad, aproximadamente el 30 por ciento de esta cantidad tienen irregularidades y operan sin autorización, brindando un servicio de alto riesgo a los usuarios mexiquenses.
Lo anterior representa un riesgo, pues gran parte de los delitos cometidos en las líneas de transporte se realizan en unidades irregulares; la Cámara Nacional de Autotransporte, Pasaje y Turismo (CANAPAT) ha indicado que en el valle de Toluca en los últimos cuatro meses han aumentado los delitos en taxis colectivos.
En el valle de Toluca las zonas “rojas” en delito a transportes son bulevar Aeropuerto, los destinos de Almoloya de Juárez, Santa María del Monte y San Francisco Tlalcilalcalpan y Tenancingo, la vialidad Alfredo del Mazo, y la carretera Toluca-Atlacomulco a la altura de Palmillas.
En la zona conurbada con la Ciudad de México, en el paradero del Toreo es común el atraco a los pasajeros, robos con violencia y secuestros de unidades.
A pesar de que el gobierno mexiquense ha anunciado que buscará regularizar las unidades anómalas y pondrá en operación cinco nuevos sistemas de transporte masivo para el 2018, entre los que destacan una línea de Mexibús en Naucalpan, otra en el valle de Toluca, dos líneas de Mexicable, de Ecatepec a Tlalnepantla y de Chamapa a Cuatro Caminos, así como la extensión del metro Pantitlán – La Paz, para los cuales se invertirán 200 millones de pesos, a la ciudadanía no le queda claro la forma en que el gobierno mexiquense bajará la inseguridad en el transporte y pondrá fin a las irregularidades de las concesiones, tarea nada fácil ya que es un lastre de varias administraciones pasadas.
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