La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró las actividades de dos empresas establecidas en las inmediaciones de la cuenca del Río Lerma, Estado de México, por incumplir obligaciones administrativas y de operación en materia de residuos peligrosos.
Las medidas de clausura se impusieron a las compañías Pet Performance de México SA de CV y Qual y Panel SA de CV, luego de visitas de inspección, durante las cuales se detectaron diversas irregularidades.
El organismo especificó en un comunicado que Pet Performance, dedicada al reciclaje de pet, carece de registro como generador de residuos peligrosos ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de una bitácora de generación de esas sustancias.
También se detectó que esa compañía no cuenta con un almacén temporal de residuos peligrosos y además esas sustancias no estaban etiquetados, envasados ni separados; y tampoco se había realizado el análisis de bifenilos policlorados (BPC’s) de dos transformadores que lo establece la legislación en la materia.
Por otro lado, en la segunda visita de inspección a la empresa Qual y Panel, fabricadora de panel, se constató que también carece de su registro como generadora de residuos peligrosos y de un almacén temporal y su bitácora no cuenta con los requisitos establecidos en la ley.
De igual forma, se detectaron residuos fuera de almacén acumulados por más de seis meses; tampoco presentó manifiestos de entrega, transporte y recepción.
En la inspección se encontraron 0.485 toneladas de residuos y se detectó en suelo natural un área contaminada de ocho metros cuadrados, entre otras irregularidades que incumplen con las disposiciones de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente.
La Profepa explicó que las anomalías detectadas en ambas empresa podrían derivar en un riesgo de desequilibrio ecológico, por lo que se determinó clausurar de manera parcial temporal los establecimientos.
Recordó que la Ley General para La Prevención y Gestión Integral de los Residuos establece que toda empresa debe contar con planes de manejo de esas sustancias y se sancionarán las actividades de acopio, almacenamiento, transporte, tratar o disponer finalmente residuos peligrosos sin contar con los permisos de las autoridades ambientales.
La Profepa refrendó su compromiso de continuar con inspecciones de establecimientos industriales y de servicios de jurisdicción federal establecidos en las cuencas de afluentes de agua para mitigar su contaminación y preservar los recursos naturales.