Aseguró que “pagó 6 millones 600 mil pesos” del remanente y “no tiene nada de malo”, además fue de su dinero, de los ahorros que tenía con su esposa, jurando y perjurando que todo era legal, repitiendo la palabra un sin número de veces, pensando quizá que con ello adquiría validez legal sus dichos, sin comprometer su actuación como secretario, dijo, sobre todo que liquidó la deuda cuando era coordinador de campaña de Peña Nieto y antes del cargo público actual que ostenta.
En ese tenor se expresó Luis Videgaray en la entrevista con Carmen Aristegui el viernes guadalupano, respecto a la compra de su casa de 854 metros en una exclusiva zona de Malinalco, adquirida con el ya famoso Grupo Higa de la casa blanca de la esposa del presidente en turno, sin ser creíbles sus manifestaciones para los radioescuchas de la conductora.
Cómo creerle si al parecer también mintió en los índices de crecimiento del año pasado y por supuesto de este año, con una inflación que ya llegó al doce por ciento para desgracia de los ciudadanos de carne y hueso, que sólo contamos con la fuerza de trabajo para sobrevivir.
Hay voces que señalan que el seguro adquirido para sostener el precio del petróleo en 79 pesos, no cubre todo el año de producción como lo afirma el personaje en cita, existiendo fuertes rumores, que afirman que la cobertura únicamente abarcan un número de millones de barriles de la mezcla mexicana, sin llegar incluso a los seis meses del año siguiente, constituyendo otro probable engaño.
Cómo creerle si prometió bajar el precio de la gasolina, como ocurre en otras partes del mundo cuando baja el precio del petróleo, lo que no ocurre en México, pagando ya los consumidores el último gasolinazo del año, estando a la espera del aumento ya autorizado para el mes de enero entrante, disminuyendo la raquítica economía de las familias mexicanas.
Si recordamos, se aseguró bajar el precio del gas, lo que tampoco ha ocurrido, comprar un cilindro de veinte kilos, es cada día más difícil para la sufrida población.
Cómo creer ahora que el pago de un remanente en la cantidad señalada, sea parte de los ahorros, si en una ruta crítica de dichos y hechos indican otras interpretaciones.
Muchos mexicanos probablemente ya no se dejan engañar con gran facilidad, sobre todo cuando la falta de transparencia en la función pública, es una constante de muchos de los personajes que en el ámbito de sus funciones la rehúyen y sacan sin pudor a la luz pública sus visibles mejoras económicas, insultando a un pueblo en condiciones de reclamos legítimos.
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