Estimados lectores, en esta ocasión permítanme hacer de este espacio algo diferente, pues en este momento no hablaremos de política, ni derecho, ni economía; solo hablaremos de nosotros, los seres humanos, la materia prima de cualquier sociedad. Créanme, le he dado vueltas y vueltas a cómo me gustaría cerrar un año difícil para darle la bienvenida a otro que en apariencia no se vislumbra mejor, pero creo que todo debe remontarse a los orígenes, a la esencia de cada uno de nosotros. ¿Cómo queremos que el país cambie y la economía se mejore, sino comenzamos a realizar pequeños ajustes en cada uno de nosotros?
Me puse a pensar cómo mejorar la vida de las personas y hacer de cada una de ellas, su mejor versión, y entre varias rutas que encontré, hay una que ojalá sea la ideal para todos:
Pasaré de forma rápida temas como el cuidado de la salud, hacer ejercicio y comer lo más natural posible, así como el desarrollo profesional donde es necesario ser una persona que estudia, pero lo más importante es aprender diariamente por lo menos una cosa, pues ello enriquece.
Ahora bien, quiero compartir no sólo los deseos que quiero realizar el próximo año y que espero que también ustedes, pues en ello se encuentra la forma en que creo podemos transformar nuestra vida, y la receta mágica es un conjunto de cosas que resumí en: Escucha tu voz interna, sé generoso con tu tiempo, agradece por cada momento de tu vida y cada cosa que tienes (verás que nadie es pobre), busca el sentido objetivo de cada situación que te sucede, ten una gran actitud de vivir, celebra la vida y cada logro que obtienes, sustituye el deseo de “tener “por las ganas de “dar”, pero sobre todo, elige no tener miedo para lograr todo aquello que te propongas, pues solo tú eres la persona capaz de transformar tu vida.
Siendo mejores personas seremos mejores ciudadanos, mejores políticos, mejores seres humanos, y haremos del mundo un lugar mejor, por ello te deseo que el año que viene sea uno lleno de logros, éxitos, bendiciones, pero sobre todo, que sea el año que represente tu verdadero renacimiento.
Los aprecio mucho, gracias por leerme.
Mónica Fragoso.
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