En la clausura de actividades del proyecto regional de Justicia Restaurativa el consejero de la Judicatura, Palemón Jaime Salazar Hernández destacó que la cooperación internacional entre los tres países demostró que el trabajo en equipo es posible, pese a las distancias y los problemas particulares de cada nación.
El proyecto auspiciado por la Unión Europea e implementado por el Poder Judicial del Estado de México, el Poder Judicial de Costa Rica y la Rama Judicial de Colombia.
En San José de Costa Rica y como representante del presidente, Sergio Javier Medina Peñaloza, el magistrado Salazar Hernández indicó que la participación del Poder Judicial mexiquense en este proyecto permitió la creación de un Protocolo de Vinculación Internacional de Justicia Restaurativa con Perspectiva de Derechos Humanos y de Género, así como la generación de herramientas de evaluación de impacto cualitativas de procesos de justicia restaurativa en materia penal.
Ante invitados del Poder Judicial de Costa Rica y la Rama Judicial de Colombia, el consejero subrayó que una de las acciones más importantes fue el trabajo realizado en pueblos originarios, con el inicio de operaciones de un Centro Comunitario de Paz y Diálogo donde se continuará la difusión de estos mecanismos en municipios como Atlacomulco y Acambay, región en la que se logró la solución de problemas que llevaban varios años en conflicto.
Salazar Hernández afirmó que la aplicación de la perspectiva de género tiene aún mayor importancia, cuando se trata de una entidad con una Alerta de Género decretada por violencia contra las mujeres, por lo que dijo, este rubro es prioritario para el Poder Judicial mexiquense.
En su intervención Antonia Calvo Puerta, representante de la Unión Europea en Costa Rica explicó que el programa Adelante de dicha organización, bajo el cual se desarrolló el Proyecto Regional, tuvo el objetivo de ampliar la aplicación de políticas públicas e intercambios regionales, así como de experiencias con un enfoque restaurativo para las poblaciones más vulnerables y acceder a una justicia más humana, rápida, más eficiente y menos costosa para lograr una cultura de paz.