Luis y Julio Mauricio Amodio, hermanos mexicanos dueños del Grupo Caabsa, son ahora los principales accionistas de Obrascón, Huarte y Laín (OHL), empresa dedicada a la construcción que fundó Juan Miguel Villar Mir, empresario español con un aura de corrupción en España y México, debido a los sobornos que entregó al gobierno de Arturo Montiel Rojas y Enrique Peña Nieto, cuando ambos fueron gobernadores del Edomex, a cambio de concesiones en España.
La compra
Villar Mir ha dejado la presidencia de este emporio de la construcción, señalado internacionalmente por su halo de corrupción, luego de 21 años, a los mexicanos Amodio tras una transición de 50.43 millones de euros que les valió el 16% de las acciones del grupo. Cada una de estas acciones costó 1.10 euros. La operación ha asegurado el control del 25% del capital de la empresa antes de que cierre el año.
La compra venta de estas acciones de OHL ha impactado en su cotización bursátil al devolverle gran parte de sus pérdidas anuales, en una jornada financiera estresante.
Los escándalos en México y España
La operación, que sin duda no es riesgosa para los compradores, se da luego de que OHL ha sido señalada por actos de corrupción desde 2015, debido a los sobornos que la empresa otorgó al Edomex, cuando fue gobernado por de Arturo Montiel y Enrique Peña Nieto, para obtener concesiones en España.
Los señalamientos son sostenidos hasta la fecha por el abogado Paulo Díez Gargari, quien mantiene un litigio en contra de la constructora que cambió de nombre a Aleatica, en México.
De acuerdo con diversas publicaciones del portal Sin Embargo, en nuestro país el rápido crecimiento de la empresa no habría sido posibles sin las obras que le adjudicó el Estado de México durante los gobiernos señalados.
En España la fortuna de Juan Miguel Villar Mir también ha dado de que hablar, pues es inexplicable si no se menciona su cercana relación con el rey Juan Carlos.
Origen y decadencia de un emporio de la construcción
La empresa vasca Obrascón se fundó hace más de tres décadas por Miguel Villar, quien en 1999 integró a ésta Huarte y Laín, otros dos de sus compañías, en OHL, iniciales de cada una de las tres empresas fusionadas.
En breve la empresa se posicionó como una de las empresas españolas multinacionales de la construcción más relevantes del mundo.
La prosperidad duró cerca de 20 – con beneficios por más de mil millones de euros, de acuerdo con, Sin Embargo–, pero por los actos de corrupción en que la empresa se vio envuelta en 2015 la las ganancias dieron paso a una caída estrepitosa.
Todo sucedió gracias a que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil española demostró que OHL sobornó a altos cargos y funcionarios de diferentes administraciones para asegurarse adjudicaciones por alrededor de 700 millones de euros.
El origen de la venta, una sentencia
Por estos señalamientos, Juan Villar Mir (88 años) fue llamado a declarar en distintas ocasiones y se vio obligado a liquidar a la empresa. Este jueves, OHL otorgó a los hermanos mexicanos opciones de compra irrevocables sobre las acciones de la empresa por 9% del capital social, pero las opciones de compra de la familia Amodio pueden llegar hasta un 25 y alcanzar unos 82 millones.
El cambio en la estructura del capital sitúa a la familia mexicana Amodio, mediante las sociedades Forjar Capital y Solid Rock, como máximo referente con el 16% y se asegura poder llegar hasta un 25 por ciento; el grupo Villar Mir, que hasta ahora poseía el 33.3% a través de la inmobiliaria Espacio, reduce su participación tras la venta.
OHL y la corrupción a la mexicana
En México, hasta 2013, OHL sólo participó en proyectos de infraestructura públicos no vinculados con el sector energético.
La primer obra que realizó en el país ocurrió en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en 2002, pero la operación más redituable se dio con la construcción del Circuito Exterior Mexiquense y luego el Viaducto Bicentenario, en el Estado de México.
Su participación en el sector energético mexicano, el cual desconocía, se dio con tres contratos en el año 2013, cuando Emilio Lozoya, ahora recluido por acusaciones de corrupción, fue director de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Los contratos de acuerdo con Sin Embargo son:
–Construcción de estación de rebombeo Degollado (Salamanca, 2013).
–Contrato de ingeniería, adquisición y construcción (EPC, por sus siglas en inglés) para planta generadora de hidrógeno y gasoducto para transportar gas natural desde el ramal Ramones-Escobedo hasta el interior de la refinería de Cadereyta (2013).
–EPC de turbogenerador de gas en sitio en la refinería Francisco I Madero, Tamaulipas (2013).
El texto original se puede leer en: https://www.sinembargo.mx/21-05-2020/3790252