El sistema de salud estatal del Estado de México (Edomex), en el mandato de Alfredo del Mazo, enfrenta una severa crisis, que se ha arrastrado durante años, pero que se hizo cuestionable tras la salida del gobernador Eruviel Ávila Villegas, quien dejó al sector en bancarrota, con deudas exorbitantes, hospitales inacabados, con hipotecas y sin medicamentos.
Este gran reto que significa la salud mexiquense lo asumió Alfredo del Mazo, quien a su llegada hizo varios compromisos, pero ninguno específico para revertir esta situación. En materia de salud, el priista solo prometió que su gobierno ofrecería a los mexiquenses un servicio médico de calidad, oferta que a la fecha no se ha cumplido.
No hubo avances considerables en materia de salud en este sexenio, al cual además le tocó hacer frente a la más grande crisis sanitaria vivida en los últimos años: la pandemia por Covid-19.
Asumir el control de uno de los sistemas estatales de salud más importantes del país, sin duda es un reto, por lo que la virtual gobernadora, Delfina Gómez, pese a que toma posesión hasta el 15 de septiembre, ya está entrando en el tema desde antes de comenzar con su mandato.
Principales retos
El Edomex es de las entidades que recibe los mayores presupuestos para la atención de la salud; en 2018, el gobierno de Alfredo del Mazo recibió para salud, seguridad y asistencia social 57 mil 031 millones 715 mil 982 pesos; en 2022, 63 mil 811 millones 746 mil 980 pesos.
Sin embargo, cerca de 3 millones de mexiquenses no tienen acceso a servicios de salud y los servicios no han mejorado significativamente; la entidad se ubica por debajo de la media nacional en materia de insumos, medicamentos, equipamiento y especialistas en áreas médicas.
En su Primer Informe de Gobierno, Alfredo del Mazo reconoció que sistema de salud del Edomex enfrentaba dos importantes retos:
- Aumentar la cobertura
- Mejorar la calidad de los servicios prestados
“Nuestro propósito es que este sistema alcance mayores niveles de eficiencia y calidad en el servicio, para garantizar el derecho de acceso a la salud de todas las y los mexiquenses, desde el nacimiento hasta la vejez”, argumentaba.
¿Qué avances hubo?
Desde su primer año de gobierno, Del Mazo informó que había mejorado el abasto general de medicinas en las unidades médicas estatales del 25 por ciento al 85 por ciento.
También destacó el saneamiento de las finanzas públicas del ISEM a partir de la implementación de diversas estrategias de ahorros, así como negociaciones de pago con proveedores y prestadores de servicios. También, el pago de adeudos por concepto de medicamento y material de curación, que ascendía al inicio de la administración a 402 millones 900 mil pesos y que para 2018 se liquidó en su totalidad.
En materia de cobertura de los servicios básicos de salud, detalló que, entre septiembre de 2017 y agosto de 2018, 578 mil 635 personas de 2 millones 700 mil habitantes registrados por el CONEVAL como población carente de acceso a servicios de salud se habían incorporado al Seguro Popular.
Con ello, el Edomex consolidaba un padrón de más de 7 millones de beneficiarios de Seguro Popular, siendo este el más grande del país.
Para su quinto año de gobierno, Del Mazo resaltaba que el sistema de salud del Edomex seguía siendo el más grande del país, conformado por más de mil 800 unidades médicas, atendidas por más de 24 mil médicos y 36 mil enfermeras.
Asimismo, entre sus logros, subrayaba que se habían reducido en 36 por ciento el número de nacimientos gestados por adolescentes y que se habían rehabilitado 529 unidades médicas, no obstante, solo se concluyó uno de los 10 hospitales prometidos por su antecesor.
Pendientes
Desde su primera campaña como candidata a la gubernatura del Edomex, Delfina Gómez sostenía que el sector salud no era ajeno a la corrupción y opacidad en el uso de los recursos públicos por parte de los gobiernos priistas. Por lo que prometía revisar detenidamente los dos Proyectos para la Prestación de Servicios (PPS) de salud, pues señalaba que tan solo el Hospital Regional de Alta Especialidad de Zumpango tenía una «hipoteca» de 7 mil millones anuales hasta 2034.
Desde que asumió el gobierno del Edomex, Del Mazo no ha hablado de este tema ni de los 10 hospitales que dejó en el abandono el exgobernador Eruviel Ávila Villegas y de los cuales 9 siguen inconclusos.
Sin embargo, quienes han levantado la voz han sido los diputados de Morena, en 2022 iniciaron un movimiento respaldado por cientos de mexiquenses para exigir a Del Mazo una investigación sobre la inversión realizada en dichos hospitales, el inicio de procedimientos administrativos y su conclusión para beneficio de la población.
Ávila Villegas había prometido la construcción de ocho hospitales municipales en Aculco, Acolman, Chicoloapan, Coacalco, Zumpango, Zinacantepec, Tepotzotlán y Cuautitlán Izcalli y dos de alta especialidad en Ecatepec y Tlalnepantla.
Los hospitales inconclusos de Eruviel
En 2014, en Ecatepec se comenzó la construcción de un Hospital Oncológico que beneficiaría a 6 millones de habitantes del Valle de México, mismo en el que ya se han invertido más de 400 millones de pesos, pero sigue en obra negra.
En similares circunstancias se encuentra el Hospital Comunitario Regional de San Juan Zitlaltepec, en Zumpango. Su construcción arrancó en 201 con una inversión de 110 millones de pesos y que, de acuerdo con César Gómez Monge, entonces secretario de Salud, estaba programado para funcionar un año después. Sin embargo, aunque está en funcionamiento, el hospital sigue inconcluso, con escaso personal, sin insumos y sin equipamiento necesario.
Hasta 2020, el nosocomio de Chicoloapan tenía un avance del 43.1 por ciento y se requerían 147 mdp para terminarlo. El de Cuautitlán presentaba un avance del 47.7 por ciento y faltaban 140 mdp para concluirlo.
El hospital de Acolman registraba avance del 37.2 por ciento en su construcción y se necesitaban 110 mdp para terminarlo. El de Coacalco se mantiene con un avance del 78 por ciento y con 40 mdp se puede concluir, mientras que el de Tepotzotlán lleva el 62.9 por ciento de avance y se requieren 126 mdp para terminarlo.
A la fecha, el único hospital concluido, luego de 9 años de construcción y recientemente inaugurado, es el Hospital Integral de segundo nivel de Coacalco, que cuenta con 18 camas y un sobrecosto de 98 millones de pesos.
Acciones para la nueva administración
El gobierno de Alfredo del Mazo ha hecho caso omiso a estas demandas, ante ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que se buscará que dichos nosocomios se incorporen al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI).
Asimismo, Delfina Gómez aseguró que el IMSS-Bienestar va a tomar el lugar y asumir las funciones de la Secretaría de Salud estatal para mejorar los servicios y dar cobertura de salud a todos los mexiquenses.
Estragos de la pandemia
Tras la crisis de salud ocasionada en 2019 por la pandemia de Covid, el sistema de salud del Edomex enfrentó uno de los momentos más complicados, pues se puso de manifiesto la falta de infraestructura, equipamiento y personal médico.
Sin embargo, para hacer frente a esta dificultad, el sector salud del Edomex recibió 500 millones de pesos, recursos con los que se adquirieron mil 300 camas para pacientes COVID-19, señala el Tercer Informe de Gobierno de Del Mazo.
“En total, hubo 3 mil 431 camas para atención exclusiva de pacientes COVID-19, y mil 218 de terapia intensiva para la atención de los pacientes en situación crítica”, refirió.
Ante la posibilidad de que hubiera saturación en los hospitales, el informe detalló que se preparó una infraestructura alterna para recibir pacientes que presentaran otras patologías.
En materia de equipamiento, se invirtieron 15 millones 600 mil pesos en la adquisición de un nuevo equipo de PCR, se contrataron más de mil 400 profesionales adicionales; 418 médicos y 990 enfermeras, y con más de mil 700 millones de pesos se adquirió equipo de protección para el personal médico, como cubrebocas, mascarillas N95, batas, cofias, guantes, trajes Tyvek, productos de higiene y medicamentos.
Asimismo, la entidad aplicó más de 31 millones de dosis de la vacuna contra Covid, logrando que 9 de cada 10 mexiquenses cuenten con esquema completo.